(Vigilante. William Lustig. Estados Unidos. 1983. 89 minutos) Después de sorprender y acojonar a todo el mundo con aquella obra maestra que fue Maniac (1980), William Lustig volvió a salir a las calles de Nueva York para filmar otra pesadilla urbana, Vigilante, que dejaba bien claro que el futuro responsable de Maniac Cop (1988) estaba interesado en retratar los peligros que acechaban en las calles de su ciudad, especialmente de noche, y lo poco que confiaba en la policía para solucionar esos problemas de delincuencia. Prostitución, tráfico de drogas, extorsiones, pillaje, corrupción, asesinatos... Son cosas de las que están hartos Nick (Fred Williamson) y un grupo de amigos, por lo que deciden formar un grupo de vigilantes callejeros que lleguen allí donde la justicia no puede llegar por cuestiones burocráticas o humanitarias. No se trata únicamente del ojo por ojo, se trata de limpiar las calles de escoria, de proteger sus hogares y de no dejar que la chusma se haga con su territorio, porque saben que una vez que se hayan hecho con él querrán más y, algún día, no quedará lugar donde esconderse. Eddie Marino (Robert Forster), sin embargo, confía en el sistema y piensa que todos necesitan un juicio justo, hasta que sufre en sus propias carnes una tragedia: su mujer es violentamente atacada y su hijo es asesinado por una pandilla liderada por Rico (Willie Colon) y Prago (Don Blakely). Cuando un abogado corrupto, Eisenberg (Joe Spinell) consigue dejar en la calle a Rico, Eddie sufre un ataque de furia y ataca al juez, por lo que es arrestado. Una vez fuera de los barrotes, se dará cuenta de que sólo hay un camino para hacer justicia, y ese no es otro que tomársela por su mano. Buscador
25 may 2011
'Vigilante'
(Vigilante. William Lustig. Estados Unidos. 1983. 89 minutos) Después de sorprender y acojonar a todo el mundo con aquella obra maestra que fue Maniac (1980), William Lustig volvió a salir a las calles de Nueva York para filmar otra pesadilla urbana, Vigilante, que dejaba bien claro que el futuro responsable de Maniac Cop (1988) estaba interesado en retratar los peligros que acechaban en las calles de su ciudad, especialmente de noche, y lo poco que confiaba en la policía para solucionar esos problemas de delincuencia. Prostitución, tráfico de drogas, extorsiones, pillaje, corrupción, asesinatos... Son cosas de las que están hartos Nick (Fred Williamson) y un grupo de amigos, por lo que deciden formar un grupo de vigilantes callejeros que lleguen allí donde la justicia no puede llegar por cuestiones burocráticas o humanitarias. No se trata únicamente del ojo por ojo, se trata de limpiar las calles de escoria, de proteger sus hogares y de no dejar que la chusma se haga con su territorio, porque saben que una vez que se hayan hecho con él querrán más y, algún día, no quedará lugar donde esconderse. Eddie Marino (Robert Forster), sin embargo, confía en el sistema y piensa que todos necesitan un juicio justo, hasta que sufre en sus propias carnes una tragedia: su mujer es violentamente atacada y su hijo es asesinado por una pandilla liderada por Rico (Willie Colon) y Prago (Don Blakely). Cuando un abogado corrupto, Eisenberg (Joe Spinell) consigue dejar en la calle a Rico, Eddie sufre un ataque de furia y ataca al juez, por lo que es arrestado. Una vez fuera de los barrotes, se dará cuenta de que sólo hay un camino para hacer justicia, y ese no es otro que tomársela por su mano.
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