Bruce Lee tenía sus clones, Bud Spencer y Terence Hill tenían a Paul Smith y Michael Coby, Franco usaba dobles para conseguir el don de la ubicuidad. ¿Recuerdan el mal rollo de ver al Profesor Cavan con la cara de El Gran Wyoming en lugar de Armando de Razza al final de
El día de la bestia? ¿O cuando Vivian Banks pasó de ser un saco de huesos a una señora con curvas en
El príncipe de Bel-Air? Es la rareza del doble, la pesadilla dickiana de la suplantación de personalidad... y ahora sé lo que se siente al sufrirla.
Les cuento un poco de dónde viene el asunto: hace mucho, mucho tiempo,
este foro era un lugar feliz en el que nos reuníamos la mayoría de fans españoles de Van Damme para compartir impresiones, información y material sobre el belga. Todo iba bien. Había gente que no me caía bien allí, pero eran los menos. Yo intentaba mantenerme al margen de las esporádicas discusiones y ejercer mi papel de moderador lo mejor que sabía. El desastre llegó cuando dos miembros del foro, Rafa y Adolfo (a los que a partir de ahora llamaremos Rafadolfo, porque son como Brangelina), perdieron la puta cabeza. Gracias a su impresionante colección de material de Van Damme, Rafadolfo consiguió su sueño de conocer en persona al actor, halagado al saber que había fans que llegaban a tal grado de obsesión por él que podían invertir sus últimos ahorros en un imán para nevera de
Street Fighter o un pin de
Timecop (y hablamos de gente con familia a su cargo, aunque cada uno es libre de gastar su dinero donde quiera, ojo... que lo de tener que llenar el biberón de un bebé puede ser algo secundario cuando estamos hablando de un póster coreano de
Contacto Sangriento, eso lo saben hasta los tontos). En ese momento la firma forera de Rafadolfo se convirtió en una foto de 400x600 que impedía la correcta lectura de la página y se le empezó a decir que retocara esa imagen para no enturbiar la navegación de la misma. Él lo entendió de la única manera que podía hacerlo:
"¡Estos pringados me tienen envidia!", y comenzó a actuar en consecuencia, riéndose de los que no conocían a Van Damme, es decir, el resto de foreros. Los moderadores no sabíamos qué hacer, puesto que el administrador del foro, el endiosado Raúl Centinela, era amigo de Rafadolfo y esto le convertía en alguien intocable. Hasta que un hacker decidió que ya estaba bien, se hizo con la cuenta de la mitad de Rafadolfo y le quedó en ridículo delante de todos. Rafadolfo pensó que el tal hacker era yo, llegando a esa conclusión porque, acojónense, el pirata escribía bien. Pero no, se equivocaba, yo jamás haría algo así, aunque aplaudí públicamente la actuación de esa mano negra. El hacker fue expulsado y todo cambió: Raúl era incapaz de mantener el foro, y no me refiero a económicamente, ya que hasta nos sacó pasta a unos cuantos para luego banearnos por resultarle incómodos. La solución fue que todos los sensatos de allí nos largamos, hicimos un
foro nuevo y en el viejo se quedaron Raúl, Rafadolfo y cuatro amigos más, con sus exclusivas en capítulos, sus pajas públicas y su incapacidad para hacer algo mínimanente informativo y aprovechable con el privilegio de tener contacto directo con el mismo Jean-Claude Van Damme. Aquí podría haber llegado la paz, con ambos grupos separados. Pero Rafadolfo siguió obsesionado con nosotros, o conmigo, porque ahora parece algo totalmente personal. No hace mucho intentó colarse en VanDammeForum con nombres falsos, pero fue descubierto y baneado. Y ahora ha hecho lo más patético, rastrero, idiota, asqueroso y cutre que recuerdo haber sufrido por internet desde que lo utilizo. Si entran
aquí (
EDITO: han eliminado la prueba incriminatoria, así que visiten ese enlace sólo si quieren pasar un buen rato. No obstante, como soy previsor, he rescatado la imagen original y se la he puesto
aquí), una vez que se hayan calmado después del ataque de risa y vergüenza ajena (
"¡envidia!", diría Rafadolfo), verán al final que este diábolico ente se ha inventado que yo estuve con él en su casa para disfrutar de todo su material como si fuéramos tan amigos, provocando el desconcierto entre los que saben que no le trago y que me parece imbécil e intentando dejarme ante los que no me conocen bien como un hipócrita o así. Para ello han cogido a un tipo gordo, con gafas y perilla y le han hecho pasar por mí. Con dos cojones. No sé si el pobre gañán está en el ajo o si se han aprovechado de él, si le han visto por la calle y le han dado 20 euros si se dejaba hacer una foto... o si han hecho un casting por internet. De Rafadolfo se puede esperar uno cualquier cosa. Cualquiera. Como que se empeñen en decir que ese soy yo y que he estado con ellos una semana en su casa tan ricamente. Porque Rafadolfo es así de hijodeputa. Les dejo la foto con una pequeña comparativa. Más que nada porque algunos ya me han preguntado si ese de la foto soy yo y no me hace gracia que manchen mi nombre de esa manera. Yo nunca visitaría a Rafadolfo y además soy mucho más guapo .

Me gustaría no tener que haber hablado de algo tan vergonzoso, pero no quiero que surjan más dudas. Mientras tanto, intentaré que se me pase el cabreo y veré qué puedo hacer para que esto no se repita. Al principio sólo era una cosa de niños, pero ya está bien de tocarme los cojones.