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30 mar 2008

FFWD>> #1: Cuatro motivos para seguir amando Oriente


Hasta ahora The Blogthing se narraba en pretérito o presente pero, sabiendo lo poco que ahora puedo ver y lo mucho que espero contemplar, creo que ha llegado el momento de pulsar el Fast Forward en busca de esas películas que aún están por llegar y que por diversos motivos le ponen a uno a salivar cual perro de Pavlov gracias al tintineo de futuribles degustaciones cinéfagas. En esta ocasión, y sin que ello quiera decir que esté acotando en ninguna manera el tono que tendrá la sección, tomo como referencia el Vol. 22 de la revista CineAsia, publicación que no me hartaré de recomendar y que a cada número me da decenas de razones para buscar títulos en internet o desear tener una buena cuenta de ahorros con la que sufragar el gasto de películas de importación. Porque ya nos sabemos la lección: de los cuatro títulos que cite a continuación es probable que uno o ninguno se estrene en cines españoles y que hasta su (bucólica) aparición en vídeo digital, sea el formato que sea, tendrá más de marginal que de triunfal... pero si está hecha puede verse desde donde sea, y esa es una máxima aplicable en un elevado porcentaje de cine actual, venga de donde venga y por muy limitada que sea su explotación comercial. Así que tomen nota de estos títulos si no los conocían ya y avísenme cuando los localicen y los disfruten.

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ONECHANBARA. Basada en una serie de videojuegos pensados principalmente para el mercado japonés que han sido adaptados para PS2, XBOX 360 y Wii y de la que se estrenaron en Europa dos títulos bajo los nombres de Zombie Zone y Zombie Hunters. ¿El reclamo? Pues ya lo ven: chicas monas con poca ropa y con katanas. Si a eso le sumamos que luchan contra zombis ya estamos dispuestos a lo que sea para gozar del evento. Podría poner aquí el nombre de las actrices que interpretan a las tres protagonistas, pero seguramente les interesará más saber cuáles son sus uniformes de guerra: una va con ese bikini que ven en el póster, otra con traje de cuero y la última vestida de colegiala. Otro detalle importante: al parecer sólo dura 80 minutos. Si después de todos estos datos no sienten un mínimo de curiosidad por verla ya pueden ir pensando en retirarme la palabra. El teaser no enseña mucho, pero para ir abriendo boca ya nos vale.


FATAL MOVE. No hay nada que llame especialmente la atención de esta película y que le otorgue en principio una personalidad fuerte o bien definida que la distinga de otras de su género, pero la acumulación de talentos que están involucrados en ella es casi garantía para mostrarle respetos y confianza: cuatro grandes del cine de Hong Kong como son Samo Hung, Simon Yam, Danny Lee y Jacky Wu (vale, este aún no tiene el aura mágico de los demás, pero si sigue por este camino de hacer secundarios infalibles sólo es cuestión de tiempo) se parten la crisma para deleite del respetable. Si, como parece, Dennis Law ha seguido la estela de Wilson Yip en Sha Po Lang, podríamos estar ante una vibrante combinación de drama, acción y artes marciales de las de ver varias veces la primera semana. Y además es Categoría III, así que mojigaterías las mínimas.


RESIKLO. De cine filipino, exploits ochenteros aparte, no conozco prácticamente nada. Pero una cinematografía en la que una estrella de la pantalla se pueda llamar Ramón "Bong" Revilla Jr. bien merece nuestra atención. Y encima Resiklo ha arramplado con un buen número de premios en el Metro Manila Film Festival, que debe ser como nuestros Goya pero sin politiqueo ni llantinas. Domingo López la califica en la revista como "una cinta ecológica de transformers", y cita a las producciones de Charles Band para calibrar el nivel de sus efectos especiales. Así que leyendo eso y viendo el tráiler nos podemos hacer una idea meridianamente clara de lo que debe ser el invento: Robot Jox dirigida por Michael Bay. Nada que objetar.

GP-506. El director de la recuperable R-Point (de la que di cuenta en una galaxia muy lejana), vuelve al cine con otra historia de soldados que en principio guarda más de una semejanza con la anterior: volvemos a tener un punto aislado en el que un pelotón resulta muerto en extrañas circunstancias. La diferencia es que si en la película anterior teníamos fantasmas, ahora estamos hablando de muertos vivientes, que es un elemento que a mí siempre me atrae de cualquier cinta hasta un punto casi incomprensible. No faltarán ciertos toques reflexivos sobre la situación político-social de las dos Coreas, lo cual no es que sea un tema que me vuelva loco, pero siempre puede ser interesante para aquellos a los que ver una película coreana de soldados y zombis les pueda parecer poca cosa y necesiten alguna otra coartada más, digamos, intelectual.


Próximamente más. Keep watching the skies...

15 mar 2008

Asian Trash Cinema: ¿El Final?

Abro mi bandeja de gmail y me encuentro con esto:

DENUNCIA POR PARTE DE AVEI ANTE EL ICAA DE MÁS DE 100 TÍTULOS EN DVD EDITADOS DE MANERA IRREGULAR POR
PRODUCCIONES NAIMARA S.L.

Desde AVEI, Asociación Videográfica Española Independiente, constituida por empresas y/o personas físicas independientes dedicadas a la edición y distribución de obras audiovisuales en formato videográfico, así como por propietarias y licenciatarias de derechos de explotación videográfica, queremos comunicarles que:
El día 13 de marzo de 2008 hemos presentado desde AVEI con el apoyo de APEOGA (Asociación de Productores y Editores de Obras y Grabaciones Audiovisuales para Adultos) y Toei Animation, a través de nuestra representación legal, SJ Mariscal & Asociados, una Denuncia ante el Servicio de Inspección y Sanciones del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) por más de 100 irregularidades e incumplimientos de la normativa audiovisual llevados a cabo por la compañía Producciones Naimara S.L., cuya distribución está a cargo de la empresa Rose Sound S.L.
Dichas infracciones encontradas en los mencionados DVDs editados por Producciones Naimara S.L. consisten en: distribuir títulos sin la pertinente calificación por edades y sin el número de expediente del ICAA preceptivo; con números de expediente inexistentes; con calificaciones caducadas hace muchos años; sacar títulos con el certificado aún sin conceder, indicando “en trámite” o que no coinciden con los datos que contiene el listado del ICAA; usando números de expedientes y calificaciones copiadas de otros títulos o calificaciones y número de expediente copiado del que ha sido concedido a otra empresa; títulos que no indican las calificaciones por edades o calificaciones por edades inventadas.
Desde AVEI luchamos por un mercado audiovisual de calidad en el que tanto la industria como consumidores puedan disponer del mejor producto, algo harto difícil cuando las tiendas y grandes superficies de todo el país se encuentran inundadas de ediciones en DVD que presentan irregularidades como los que hemos indicado, sin entrar a valorar aquellos casos excesivamente frecuentes en los que la edición y distribución de las copias se realiza por empresas que no disponen de los derechos de explotación de las obras audiovisuales y pese a ello no tienen el más mínimo reparo en proceder a su comercialización aún teniendo la certeza de que tales derechos son titularidad tanto de “majors” como de compañías independientes, algo que ocurre sin que las instituciones pertinentes le pongan freno alguno.


Traducción
: que por un quítame de ahí esas licencias lo mismo nos quedamos sin la colección Asian Trash Cinema. Vale que no tenía subtítulos, que el dvd hasta hacía un poco de ruido a veces y que los extras tenían cierto aroma a robados de cualquier sitio, pero... ¿a alguien de los que compraron alguna entrega le molestó eso en exceso? Otra adicción ilegal que añadir a su lista, estimados y abandonados lectores.

8 mar 2008

'El Héroe y el Terror'

(Hero and the Terror. William Tannen. EEUU, 1988. 93 minutos) Llega un momento en la vida de todo héroe de acción en el que tiene que demostrar(se) que es algo más que una máquina de repartir galletas y de vaciar cargadores. A unos les da por la política, a otros por cantar blues, los menos por pintar, escribir o dirigir y todavía más escaso es el grupo que decide aprender a actuar. El amigo Carlos Ray Norris, tipo que en lo personal tiene que ser un facha de cuidado pero al que la nostalgia ochentera y el cachondeo virtual han reconvertido en tipo simpático, comenzó siendo la gran esperanza blanca del cine de artes marciales y más adelante, cuando se aburría de dar patadas a a camioneros y maleantes, tuvo ocasión de hacer varias cintas que se apartaban un poco de lo que se esperaba de él. O, dicho de otro modo, cambió de enemigos: un científico loco y un zombi en Furia silenciosa, los charlies en Desaparecido en combate y secuelas o su propia fama en la autoconsciente, deformante, tardía y disfrutable Juntos para vencer (Sidekicks, 1992). En 1988 Norris debió pensar que necesitaba un nuevo cambio de rumbo y aceptó protagonizar este guión que se diría más pensado para alguien del perfil de Charles Bronson (un tipo que no necesite demasiadas habilidades físicas para dar la talla como héroe) que para un karateka.

Si bien es cierto que tiene sus momentos Chuck (uno sabe que Norris no puede estar mucho tiempo en una esquina leyendo un periódico sin que llegue alguien buscándose una buena hostia), con escenas de gimnasio de esas que tanto gustan a los adictos al sudor y a las pesas, con alguna peleílla derivada de su condición de poli (le curte el lomo a un Bob Wall que aparece en una escena como si en otros tiempos no hubiera sido el Ohara de Operación Dragón), también es verdad que todo eso no son más que elementos secundarios en una trama que ya desde su título está buscando algo así como mitificar a sus antagonistas, en una jugada parecida a la que intentó posteriormente - con mayor fortuna - John Woo en la loquísima Misión Imposible 2. De un lado El Héroe, que se hace llamar Danny O'Brien pero que bien podría haber sido alguien anónimo del que sólo supiéramos que tiene una placa, una pistola y buenas intenciones. Pero, sobre todo, tiene un trauma: El Terror, un psicópata con nombre cool, Simon Moon, al que El Héroe apresó en el pasado y que ha vuelto a actuar en un plano real, más allá de los recuerdos o el mundo onírico del policía. De Moon sabemos poco, pero más que suficiente: es una bestia sin sentimientos que gusta de esconderse en oscuras madrigueras y hacer compañía a los cadáveres apilados de las bellas jóvenes a las que asesina retorciéndoles el pescuezo. De O'Brien conocemos algo más, y lo que sabemos también aparta la película de lo habitual en Chuck: es un tipo de familia, enamorado, que habla con su esposa y hasta le hace el amor con cariño, que prepara cenas románticas y se le cae la baba ante el inminente nacimiento de su futura hija. Y además es alguien débil a quien se le viene el mundo encima cuando debe enfrentarse de nuevo a un Terror para el que conoce la solución perfecta, que no es otra que la ejecución. El Héroe no cree en la rehabilitación social, ni siquiera considera que el arresto perenne del psicópata sea justo, de ahí sus pesadillas. El Héroe sabe que El Terror debe estar muerto y no hay otra salida posible para él... para ninguno de los dos.

El Héroe y el Terror es tan diferente que Chuck Norris y Billy Drago aparecen en la misma escena y no intentan matarse. Lo lógico cuando uno lee los créditos es pensar que Drago será el psicópata, pero aquí va de psiquiatra que echa una mano a Chuck (¡!) para indagar en la mente del asesino (encarnado por el titánico Jack O'Halloran). También está Steve James, a quien a priori colocaríamos el papel de compañero gruñón o guasón de Norris, con quien se luciría en alguna pelea contra una docena de inconscientes. Pero tampoco. Así que a muchos El Héroe y el Terror les puede parecer una pérdida de tiempo y de oportunidades, un esfuerzo en balde, un timo y un fracaso. Sin embargo, otros consideramos que el hecho de que sea un thriller y no una cinta de acción al uso, que meta a Norris en el brete de desarrollar secuencias a través de sus sentimientos y el diálogo y que vaya mutando a lo largo de su metraje recorriendo pasajes que podrían estar extraídos de una cinta de terror, convierten la película en esa rara avis a defender dentro de la filmografía de alguien que no se caracteriza demasiado por su variedad ni por sus ambiciones artísticas, en ese título que logra trascender las barreras del fanatismo y gustar incluso a quienes aborrecen la barba de Chuck. La pega es que, dependiendo del día, esto puede ser un escollo para los que necesiten al Norris de Invasión U.S.A. o un Breaker, breaker. Dicho de otro modo, que El Héroe y el Terror sea la película de Chuck Norris que más puede gustar a los que no soportan a Chuck Norris está bien, pero seguro que le jode a más de uno...