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8 abr 2012

Especial 'REC' Cap. 7 y final: El virus se propaga.

A lo largo de esta semana he intentado trazar, mediante un artículo por día, una panorámica más o menos completa y sintetizada sobre lo que ha sido hasta el momento la saga REC. Pero este repaso resultaría insuficiente si no hiciera mención a esos productos satélite que se han generado alrededor de la franquicia cinematográfica, uno de ellos incluso bastante interesante. Aquí van unos breves apuntes sobre el cómic, el videojuego y los remakes norteamericanos.

REC: HISTORIAS INÉDITAS.

Algo muy usual entre las sagas de cine de otros países, especialmente Estados Unidos, es crear en los fans la necesidad de poseer otros productos relacionados con las películas y que apelan, normalmente, a sus ansias completistas o simplemente a la indecisión de los consumidores casuales. Es de lo más común que el último blockbuster hollywoodiense venga acompañado de su correspondiente adaptación al cómic, su videojuego de turno y su gama de figuras coleccionables. De momento (y que yo sepa), a nadie se le ha ocurrido la idea de lanzar al mercado muñecas articuladas de Ángela Vidal con su cámara, Clara con su motosierra y su vestido de novia o, incluso, una reproducción fidedigna de la horripilante niña Medeiros (martillo incluido). Pero sí que a EDT (antigua Glénat) le ha parecido pertinente lanzar en los kioscos y librerías un tomo de 96 páginas que recopila cinco historias inéditas del universo REC. La edición es digna de elogio: en lugar de haber encargado la típica versión reducida de cualquiera de las tres partes de la saga, o incluso de las tres, EDT ha optado por recuperar varias líneas argumentales que Paco Plaza y Jaume Balagueró idearon pero que no pudieron incluir, por distintos motivos, en ninguna de las películas. Guionizando esas ideas se encuentra Hernán Migoya, mientras que a los lápices tenemos a una amplia variedad de artistas que han dado su personal visión de personajes que ya conocíamos y de otros que suponen una novedad. Las historias, presentadas por la propia niña Medeiros como si fuera el Tío Creepy, son las siguientes:

Encerrados (ilustrado por Andrea Jen): Quizá algunos de ustedes echó en falta alguna explicación sobre lo que les ocurrió a los adolescentes que aparecían en REC 2. Sabíamos que uno de ellos fue poseído, pero... ¿qué ocurrió con su hermana y con el amigo de ambos? Este primer episodio da respuesta a esa incógnita de un modo que jamás esperaríamos haber visto en la película, planteando una situación en la que la joven superviviente decide que, si va a morir, no quiere hacerlo siendo virgen. Con ilustraciones al más puro estilo manga, la historia nos muestra un festival de gore y humor marrano, con sexo adolescente, insinuaciones homosexuales y un ritmo trepidante que obliga a pasar velozmente de una viñeta a otra, hasta llegar a una conclusión tan macabra como coherente. 

Tristana (Feliciano G. Zecchin): Ya vimos, en el artículo dedicado a REC 3: Génesis, que la idea inicial de Paco Plaza era poder filmar un cortometraje que explicara los orígenes de Tristana Medeiros, la que luego provocaría pesadillas a los espectadores de la saga que nos ocupa. Este corto iba a ser filmado en un blanco y negro expresionista y sería mudo en casi su totalidad. Todas esas ideas han sido respetadas por Migoya y el ilustrador Feliciano G. Zecchin, dando como resultado una historieta que casi no cuenta con ningún diálogo y que explica cómo acabó convirtiéndose la niña Tristana en una poseída. La acción nos sitúa en un monasterio de Portugal, donde la niña trabajaba para unos monjes. La belleza de la joven no pasaba inadvertida a los habitantes del monasterio, quienes finalmente la violaron y la condenaron a que el Mal entrara en su interior. 

Zoombi (Álvaro Ruilova): Este es el capítulo más loco del conjunto, ambientando la acción en un zoológico de Barcelona al que ha llegado uno de los poseídos, propagando el virus demoníaco entre los animales. Unos vigilantes de seguridad tratan de sobrevivir, con infructuosos resultados. No sabemos muy bien cómo encaja esta historia dentro del universo REC, ya que presenta algunos anacronismos: en teoría, la acción transcurre paralela a los acontecimientos descritos en las películas, pero vemos cómo los protagonistas ven en televisión una actuación del Ballet Zoom de Giorgio Aresu, famoso en la década de 1970 entre los televidentes españoles. El estilo de las ilustraciones se contagia también del marcado por esa época. Por otra parte, utiliza un icono tan importante para Barcelona como Copito de Nieve, al que presentan criogenizado (recordemos que el gorila murió en 2003). Quizá se trate de alguna idea desechada para continuar y expandir la saga fuera del edificio del Ensanche barcelonés, aunque viendo su final puede que incluso se trate de un prólogo para la futura REC 4: Apocalipsis... 

El experimento (Salvador Sanz): otro cabo suelto en la serie es el que concierne al padre Albelda. ¿Quién fue? ¿Cómo era la relación con sus vecinos? Esta historia da respuestas a esas incógnitas, presentándonos el momento en el que Albelda recibe el telegrama de Roma indicándole que tiene que acabar con la niña Medeiros, a la cual tiene encerrada en una habitación del ático plagada de cruces. Vemos así el enfrentamiento que se produce entre ambos, con resultados ya conocidos para los espectadores fieles a la serie. Con un estilo sobrio y austero, cuenta con uno de los dibujos más irregulares de todo el libro (genial para los fondos y los objetos, regular para los personajes), aunque lo compensa con una pulcritud ciertamente elegante que equilibra un poco la locura expuesta en el resto de historias breves. 

El desconocido (Joan Marín): no hace falta ser Sherlock Holmes para deducir que la mordedura que lleva el personaje del tío Víctor al comienzo de REC 3: Génesis y que, a la postre, desata la tragedia, se la ha hecho Max, el perro de Jennifer del que oímos hablar en la primera parte de REC. Pero, por si acaso, aquí está la explicación de cómo el bueno (y calzonazos) de Víctor se acaba convirtiendo en el responsable de llevar el virus a la boda de Clara y Koldo, explicando además un efecto secundario del que no se ha hablado hasta ahora y que no guarda mucha lógica con lo que conocíamos: cómo la infección va convirtiendo al sufridor en alguien más atrevido, con mayor determinación y confianza en sí mismo, hasta que finalmente (tras varias horas) se convierte en un zombi / infectado / poseído más. Así, como relato independiente puede estar bien, pero resulta incongruente con todo lo demás, pese a que consiga enlazar las historias paralelas que protagonizaron Manuela Velasco y Leticia Dolera, cada una por su lado. 

REC: THE VIDEOGAME.

Dentro del merchandising de la película, y aprovechando que ahora REC 3: Génesis se encuentra en las carteleras, Filmax se ha aliado con los estudios independientes Tonika Games y Cupra Studios para lanzar al mercado un videojuego que permite al usuario vivir, en primera persona, los enfrentamientos contra las hordas del mal. La idea es que el videojuego tenga un episodio que respete el argumento de cada una de las películas de la saga. Así, en cada parte que sea lanzada el jugador tendrá la oportunidad de manejar primero el personaje de Ángela Vidal, después ponerse en la piel de un GEO y, por último (hasta que llegue REC 4: Apocalipsis), convertirse en Clara y coger una motosierra para liarla parda. Como no podría ser de otro modo, sobre todo teniendo en cuenta que las películas ya bebían de este género, el juego es un FPS (First Person Shooter). Todo pinta muy bien, ¿verdad? Pero la realidad es que el videojuego sólo está disponible para iPhone, iPad y móviles con sistema operativo Android. Se supone que también saldrá una versión para PC aunque, visto lo visto, o sufre una reconversión brutal o con este apartado técnico no va a vender ni tres copias antes de que comience a ser despellejado por los usuarios. Les dejo con un vídeo:




EL REMAKE Y SU SECUELA.

Una práctica habitual en Hollywood es la de comprar películas foráneas con importante potencial comercial para hacer nuevas versiones adaptadas a su idioma y a sus gustos. Recordemos que allí no se estrenan cintas dobladas, sino que los títulos que les llegan del extranjero son difundidos con su idioma original y con subtítulos en inglés. Se ve que allí la V.O.S.E. gusta tanto (o más bien tan poco) como aquí, así que a las productoras les sale más rentable producir nuevos títulos pagando los derechos de los originales que intentando que estos tengan una carrera comercial exitosa en las salas (salvo alguna excepción). Así, en 2008 llegó a las pantallas de todo el mundo Quarantine (John Erick Dowdle), calco casi literal de la cinta de Balagueró y Plaza que apenas presentaba alguna novedad y, cuando lo hacía, normalmente no era para bien. Para empezar, tenemos potenciado el peor defecto de la película original. Si allí nos quejábamos de que algunas caras de los actores nos resultaban familiares, dando al traste con la vocación de credibilidad total de la película, en la versión americana esto se agrava al contar con rostros más o menos populares como los de Jennifer Carpenter (El exorcismo de Emily Rose, Dexter), Jay Hernandez (Hostel, World Trade Center), Rade Šerbedžija (Eyes wide shut, Misión imposible 2) o Jonathon Schaech (The Wonders, Los malditos). Incluso se atreve a mostrar el rostro del cámara (interpretado por Steve Harris) a los pocos segundos de comenzar, rompiendo la ilusión de que nuestros ojos son los que "filman" la película, y poniendo un rostro ajeno a esa mirada. Un fallo garrafal desde un punto de vista semántico que arruina también buena parte del efecto verista de la original. También es bastante más pacata, ya que no se atreven a meterse con la Iglesia, siendo todo el resultado de los experimentos de una secta. Y la niña Medeiros ya no existe, aunque el monstruo interpretado por Doug Jones viene a ser lo mismo pero sin tetas colganderas, acreditado como Infected thin man. Un horror, en definitiva, absolutamente inservible y que sólo aporta un detalle original: la utilización de la cámara como arma contra los infectados. 

La secuela llegaría en 2011 bajo el título de Quarantine 2: Terminal (John Pogue), con resultados también desastrosos y directamente al mercado del DVD. De nuevo tenemos al pobre perro Max como foco de la infección, ya que contagia el virus a su dueño, quien se encuentra fuera del edificio ejercitando su trabajo de co-piloto de aviones. Durante un vuelo rutinario todo se complica cuando el desgraciado propaga la infección dentro del avión y todos los pasajeros, tras un aterrizaje de emergencia, quedan confinados en la terminal. Lo único destacable de esta secuela del remake es que tiene personalidad propia, ya que no se trata de una copia directa de ninguna otra cinta de la saga y, por si eso fuera poco, se adelanta a REC 3: Génesis a la hora de romper con el estilo de found-footage de los títulos previos. Sin embargo, poco más se puede decir de esta película en el aspecto positivo. Todo lo demás es una repetición del esquema de personajes antagonistas encerrados en un espacio reducido y con la amenaza del contagio progresivo y virulento como leit motiv. Rodada sin gracia alguna, sin ningún sentido estético y plagada de interpretaciones deficientes, Quarantine 2: Terminal no es más que un triste direct-to-video para aprovechar el tirón de la anterior y contentar a los fans menos exigentes. 

CODA.

Para no terminar este monográfico con algo tan triste, me despediré con la ilusión depositada en la futura REC 4: Apocalipsis, dirigida por Jaume Balagueró en solitario y que dará fin a la serie. Quizá, llegado el momento, este especial resucitará y, con un poco de suerte, podremos hablar de nuevos detalles que hayan enriquecido la saga, de nuevos aspectos de la epidemia que no conocíamos. Porque, si algo hemos aprendido de estas películas es que cada una muestra algo nuevo que contribuye a prolongar y a ampliar la mitología en torno a ellas; y que, para colmo, cada nueva entrega supone un cambio tonal e incluso narrativo con respecto a las anteriores, lo cual hace que desee todavía con más fuerza comprobar hacia dónde lleva Balagueró su película y qué nos podremos encontrar en ella. 

Hasta entonces, gracias por haber seguido conmigo hasta el final de este monográfico. Ustedes son quienes dan sentido a este esfuerzo. 

3 comentarios:

BORJA dijo...

Tunto y final, felicidades Pedro!
No he visto los remakes, pero de las historietas puedo decir que están la mar de bien en general, teniendo en cuenta lo que son.
Mi preferida, de largo, es El Experimento. Para mi gusto, el mejor dibujo.

srdani dijo...

Me ha encantado el especial. Hace justicia a una saga irresistible.
¿Te has planteado hacer más reportajes divididos en capítulos sobre alguna otra serie de pelis o algo similar? Queda de lo más completo y muy informativo.

Pedro José Tena dijo...

Muchas gracias, Borja y Srdani.

Lo de hacer especiales en varios capítulos es algo que me ha resultado gratificante, pero la próxima vez intentaré planificarme mejor para no tener que llevarlo a cabo a marchas forzadas.

Hay muchas sagas que me gustan y que sería interesante reseñar parte por parte, así que es una posibilidad que tengo muy en cuenta para el futuro del blog.