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7 abr 2012

Especial 'REC' Cap. 6: 'REC 3: Génesis', boda de sangre.

(REC 3: Génesis. Paco Plaza. España. 2012. 80 minutos) 

En 2010, un año después de REC 2, apareció una noticia que fue recibida con entusiasmo y escepticismo a partes iguales, dependiendo de a qué sector del público se consultara: la saga continuaría con dos títulos más, de los cuales uno explicaría los orígenes de la infección, en forma de precuela, y el otro narraría lo sucedido después del final de la segunda parte. Y habría una novedad importante, ya que cada director se ocuparía de una de las películas en solitario. Así, Paco Plaza se encargaría de REC 3: Génesis, mientras que Jaume Balagueró haría lo mismo con REC 4: Apocalipsis.

En una breve charla que compartí con Paco Plaza y Leticia Dolera en el Festival de Sitges de 2010, a los que abordé, amparándome en mi bendita acreditación de prensa, antes del estreno del mágico corto dirigido por Dolera, Lo siento, te quiero (2009), Plaza me comentó que estaban trabajando en la preproducción y que intentarían tener lista REC 3 para Octubre de 2011, de cara a estrenarla en el mismo Sitges. Finalmente no fue posible, así que trazó un plan alternativo: REC 3: Génesis se convertiría en un cortometraje que explicaría los orígenes de la niña Medeiros y que, a modo de adelanto, estrenaría en el festival de 2011, unos meses antes de que llegara REC 3, el largometraje, a los multicines. El plan tampoco cuajo, aunque la historia de la niña Medeiros terminaría formando parte de la colección de historias inéditas que serían después publicadas en formato cómic, como veremos en el último capítulo de este monográfico.

Finalmente, REC 3: Génesis ha llegado a las carteleras el 30 de Marzo de 2012, entre el jolgorio de los que la esperábamos con ansias, sabiendo perfectamente a qué nos ateníamos, y la frustración de los que, tras sentirse engañados por la segunda parte, rezaban por un regreso a los postulados de la primera entrega.




Para empezar, sorprende que no nos encontremos ante una precuela de la saga, tal y como los medios se habían empeñado en señalar. REC 3 transcurre paralelamente a los acontecimientos acaecidos en las dos anteriores películas, a los que se hace mención insertando imágenes del edificio acordonado que aparecen en un informativo de televisión. El escenario es un enlace matrimonial, el de Clara (Leticia Dolera) y Koldo (Diego Martín), enamorados hasta las trancas y dispuestos a unirse en matrimonio hasta que la muerte los separe. El Génesis del título, entonces, no hace mención al origen de la condición demoníaca de la niña Madeiros, el cual queda explicado en el cómic, sino que es una referencia bíblica enunciada por el cura que oficia la boda, comparando lo que sucede a su alrededor con el nacimiento de una nueva era dominada por  los ángeles caídos sobre la faz de la Tierra. Durante estos primeros minutos Paco Plaza hace suya la saga, retorciendo las posibilidades del formato y llevándolas al paroxismo, comenzando la película con el menú de un DVD que presenta un montaje fotográfico de la feliz pareja al son del Gavilán o paloma de Pablo Abraira. Ya en la boda, nos encontramos con el feliz hallazgo del mano a mano audiovisual que se marcan el joven Adrián (Àlex Monner) y el muy carismático Atún (Borja Glez. Santaolalla, acreditado como Sr. B), este último un obseso de la imagen que pretende hacer cine con material de bodas, bautizos y comuniones. Allí está también el tío Víctor (Emilio Mencheta), quien llega a la celebración con una mordedura de perro en la mano. Detalle importante para los que no hayan leído el cómic: el cánido que le hace la herida no es otro que Max, la mascota de Jennifer, de la que anteriormente, en la primera parte, se había dicho que se encontraba en una clínica veterinaria. De esa clínica es de donde viene Víctor y es quien porta el virus demoníaco, siendo responsable de la ola de sangre y crímenes que azota el banquete.

En este punto la película se transforma, coincidiendo con el inicio del gore y los sustos. Hasta este instante, Plaza ha respetado el formato del found-footage, utilizándolo con mucho sentido del humor y reincidiendo, como ya hiciera en REC 2 con Suspiros de España y en Cuento de Navidad con Yes sir, I can boogie, en la utilización de una banda sonora totalmente desfasada e inesperada (añadan a Pablo Abraira el Eloise de Tino Casal y el Chup Chup de Australian Blonde, entre otros) que se transforma en icónica en el momento en el que la mezcla con el horror, y ha dotado a la película de un halo costumbrista que aporta una fescura incuestionable a la saga. Pero, en una decisión que para muchos ha supuesto traicionar el espíritu REC, decide romper con esa limitación y transformar la película en un espectáculo filmado en pantalla panorámica, cargado de travellings y con una fotografía recargada que nos lleva por momentos al mejor cine de terror italiano (aunque también al peor, hasta tal punto que a veces podríamos pensar que estamos ante una película de Bruno Mattei hecha con buen gusto estético, dicho esto como elogio y no como insulto). Para el director supone una liberación y para nosotros también, al menos para los que hemos entendido en qué se sustenta la evolución de la serie: machacar las expectativas del público y ofrecerle una película distinta a cada nueva entrega. Algo que, tristemente, no encaja demasiado bien en las mentes cuadriculadas de los que se sienten más cómodos cuando les dan una y otra vez lo mismo, y que sin duda ha repercutido negativamente en las opiniones que se están vertiendo sobre la película en internet. Sobre la imbecilidad de los adolescentes que tachan la película de cutre durante la primera media hora, mejor no profundizo.




En realidad, REC 3: Génesis, en contra de lo que pudiera parecer si tenemos en cuenta que estamos hablando del tercer capítulo de una serie de éxito, no es un film destinado a gustar a la mayoría. En ese sentido, se puede decir que está condenado a la incomprensión de la crítica tradicional y del público estándar. Y es que los espectadores que de verdad disfrutarán de la película son aquellos que se han curtido en los cines de barrio, los que no se perdían Noche de lobos y aullaban de emoción cada vez que localizaban alguna joya semidesconocida en su videoclub, está hecha para los que se han quemado los ojos viendo Demons, El ejército de las tinieblas, Braindead y Mortal Zombie. O, como mínimo, para los que no entren en la sala cargados de prejuicios, los que están dispuestos a subirse al tren de la bruja y dejarse arrastrar hacia el pasaje del terror, los que saben reírse con el gran guiñol y no pretenden encontrar en la película más de lo que la película pretende ofrecer, que no es otra cosa que un plausible divertimento multireferencial con los ojos puestos en la mejor Serie B. Sólo un pequeño reparo: la incómoda sensación de que aniquilan demasiado pronto a algunos de los mejores personajes secundarios, mientras que dan más tiempo de pantalla a otros menos interesantes. Pero sólo puedo sentir amor hacia una película que muestra lo mejor de Paco Plaza y que convierte en una figura mítica a la encantadora Leticia Dolera, arrebatadora en  todo momento y transformada ya en icono para los amantes de las reinas del grito con acento español.


6 comentarios:

BORJA dijo...

Añadir que, al contrario de lo regulero y poco acertado del casting de las dos primeras partes (en mi opinión), Rec 3 tiene entre sus muchos truinfos un plantel de actores que entienden perféctamente en qué película andan. De verdad que la pareja protagonista es inmejorable, y los secundarios lo mismo.
Y aquí entra la primera pega que le pongo a Rec3 (y que no es poca cosa): ahora que tienen a un plantel de personajes estupendos encarnados por actores entregados y treméndamente simpáticos, los desaprovechan de mala manera.
Los secundarios pintan poco o nada, cuando se merecen un buen puñado de minutos cada uno. Y lo que es peor, dejan pasar muchas oportunidades cómicas e incluso románticas (se me ocurre el cruce entre los novios, uno ataviado con armadura y otra bajando por una cuerda de un balcón...y no ocurre nada) que hubieran dotado de mayor emoción a la película.
La segunda pega es el ritmo, y buena parte de la culpa la tiene lo citado anteriormente. A estas alturas de la vida, si vas a sustentar la última media hora en situaciones gore...que sean buenas y a ser posible mejor integradas. Los momentos gore hubieran sido mejores de incluir a los secundarios y sus peculiaridades.
Con todo, reconozco que me encanta y que es un paso muy grande. Pero no puedo dejar de pensar en la oportunidad desaprovechada de hacer una peli de 10.

Pedro José Tena dijo...

He visto la película una segunda vez y tengo que decirte que mejora sustancialmente, Borja, y que algunos de los defectos que le vi al principio ya no se me hacen tan evidentes. Por ejemplo está el tema de los secundarios. Al principio pensaba como tú y de hecho así lo reflejé en la crítica, pero ahora me doy cuenta de que desaparecen en el momento oportuno, una vez que ya han cumplido su función. Atún, por ejemplo, no tiene mucho sentido dentro de la película una vez que desaparece el rollo de "cinema verité". Sirve para dejar a un lado el found-footage y, cuando la película se convierte en otra cosa, el personaje ya no sirve. El de la SGAE hace que te rías, sirve para hacer el chiste y luego lo demuestran como alguien violento, pero si no se lo hubiesen cargado seguro que no daría más de sí. Con el John Esponja igual... y así con todos. Finalmente, el personaje que sobrevive con la novia y que está con ella en los túneles tenía que ser ese forzosamente, porque el guión necesitaba a un personaje que tuviera una conexión emocional fuerte con la pareja, así que no podría ser otro que uno de los amigos del novio.

Y en cuanto al gore... pues sí, es verdad que hemos visto cosas más burras, en más cantidad y hasta más graciosas. Pero eso nosotros, que somos unos enfermos. Pero te juro que la segunda vez que fuimos a verla había una señora en la misma fila que nosotros que se estaba retorciendo en la butaca, literalmente, y tapándose los ojos y con una mirada de acojonada/asqueada/ofendida que no había visto nunca en un cine. Así que no tenemos que perder de vista que es, al fin y al cabo, la tercera parte de una saga pensada para ser disfrutada por cuanta más gente mejor y en multisalas. Y, con eso en mente, me parece todo lo burra y todo lo valiente que podría haber sido, teniendo en cuenta las exigencias comerciales que tenía que cumplir.

Y no sé si será una película perfecta, pero estoy totalmente enamorado de ella.

Bea dijo...

Como yo de tí. A mi también me gusto verla por segunda vez y poder observar las caras de otros espectadores, que bueno, me moría de la risa viendo a al grupito de la izquierda. En el fanter también me lo he pasado muy bien viendo pelis así, mi favorita Encontré al diablo, que japooo guauuu.

Pedro José Tena dijo...

¡No me había dado cuenta de que me habías comentado! ¡Muchas gracias! :)

Fue la risa ver a la pobre mujer esa retorciéndose en la butaca. Creo que se dio cuenta, porque nos echó una mirada sospechosa cuando se encendieron las luces.

Me gusta ver que estas pelis están sacando a flote a la fan de las emociones fuertes que llevabas escondida en tu interior, recordando los tiempos en los que unos pajilleros de videoclub te recomendaron 'Holocausto caníbal'.

Y Lee Byung-Hun está to bueno, sí, para qué negarlo.

Bea dijo...

Yo que me llevaba peliculitas románticas los cabrones como me la colaron! flipé!

Pedro José Tena dijo...

Seguro que te querían corromper, los muy hijos de...