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13 abr 2008

"Y dices que soy un diamante en bruto...

...pero tú prefieres al bruto de tu amante". Marc Parrot, en el tema 'Soy tu espía', del álbum 'Sólo para locos', 1993.



"Puta sincronía" es una de las frases que más se repiten en las extensas y reconstituyentes conversaciones que mantengo regularmente con my brother from another planet, el subvalorado Starman, quien es mucho más que un plan 9 aunque algunos no logren ver más allá de sus tractor beams y sus sondas anales. Esas charlas, como decía, están llenas de esotéricas sincronías que, lejos de entorpecer la comunicación, refuerzan más si cabe el grosor de ese lazo invisible que nos une a través del universo y que nos lleva a sentir, de verdad, esa mística comunión sentimental de la que hablan los gemelos y que tan poco creíble resulta.

Estos días, más que nunca, Starman y yo nos sentamos juntos en el corredor de la muerte de la esperanza, con la mueca cómplice de los que saben que por poner las entrañas encima de la mesa, y mostrarlas a quienes querían regalárselas, están donde están. Con su post Muy 51 me ha recordado que no puedo limitarme a hablarles de Maniac Cop cuando lo que está pasando dentro de mí no tiene nada que ver con policías asesinos y me está pidiendo a gritos que lo deje salir, de motu casi propio, antes de que me reviente el pecho y llene la pantalla de cenizas.

Sé que quizá es injusto para ustedes que escriba sobre mis maltrechos sentimientos sin explicar a qué se debe esta situación, pero me voy a limitar a darles pistas: estoy hablando sobre la imposibilidad de ser amado, sobre un triunfo profesional que no he podido celebrar con quien quería, sobre lo que pesa que admiren tu talento y no saber si el sentimiento pasará de ahí, sobre un regalo que se ha quedado envuelto y que me costó bastante conseguir a tiempo. Estoy hablando del amor y sus complejos mecanismos, de marcar una fecha en el calendario y organizar el resto de días en torno a ese para que todo saliera perfecto, sólo para descubrir horas antes que la persona por la que has estado esperando está muy lejos y te ha dejado con el ramo de flores en la mano esperando a que se marchiten para poder tirarlas a la basura, porque sabes que antes de que dejen de existir no podrás dejar de admirar su belleza. Y lo peor de todo es que no puedo enfadarme con ella, porque la quiero y porque entiendo que donde está ahora seguro que es mucho más feliz de lo que hubiera podido serlo conmigo. Y también porque acabo entendiendo que para ella ese día no era EL DÍA como sí lo iba a ser para mí, por mucho que de algún modo me intentara engañar a mí mismo sin querer, atreviéndome a imaginar que el deseo sería compartido y no unilateral. Y no puedo enfadarme tampoco porque, a pesar de ser la segunda vez que me ocurre, sé que seguramente habrá una tercera y sé que la próxima vez que hable con ella conseguirá, sin esfuerzos y sin intención de malicia, que vuelva a ilusionarme, que me crea otra vez interesante y que las canciones de La Casa Azul vuelvan a sonar alegres y positivas, como el día antes de que me diera plantón sin pensar, seguramente, que lo estaba haciendo. No puedo reprocharle nada, porque seguramente no se ha dado cuenta de lo que ese día significaba para mí... y es posible que para ella no tuviera mayor trascendencia que la de ver a un amigo con el que hace tiempo que no charla cara a cara. Este test me dice que está jugando conmigo y que debería olvidarla. Pero no quiero hacerlo. No es su culpa, ella no es mala. El problema es que aún no se ha dado cuenta de lo que me importa y de lo que estaría dispuesto a darle. La cuestión es si algún día me lo permitirá o tendré que desistir y resignarme a sentirme solo, a rogarle que no me diga cosas bonitas y que me mande a la mierda para hacerlo todo un poco más fácil. De momento seguiré esperando a ver qué pasa, como MacReady y Childs, sentado sobre la fría nieve y calentándome con el fuego que todavía estalla a mis espaldas.

Gracias por el empujón, Starman. Ahora me siento mejor.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, estamos sincronizados por enésima vez. En esta ocasión la cosa ya ha llegado a la retroalimentación emocional, o el consuelo telepático... a saber. Si la escena final de 'The Thing' lo dice todo, y la frase de Parrot explica mucho acerca del estado de las cosas. Y pese a que ese tema tiene alrededor de 15 años es el correo de un mensaje que sigue vigente, hay que joderse.

Lo del test me ha matado. Más de una vez he acabado buscando respuestas en los sitios más inesperados por eso de que la esperqanza flaquea. Lo de Maniac Cop no te lo he comentado porque la tengo muy borrosa y por la dichosa cuestión anímica, pero me ha gustado encontrarme con un trozo de Historia como ése.

¿Qué queda? Yo estoy en lo que muchos llamarían una fase misógina, pero esa palabra no tiene razón de ser cuando lo único que te ocurre es que estás harto de hacerte el entero ante los giros y los caprichos de ciertas mujeres. Es natural desarrollar una pizca de resentimiento, digo yo. Lo que me tiene harto es tener que jugar el papel del paciente y que al romperlo esté jugando en la liga de los malos... llámalo guerra de sexos, llámalo hipocresía. Y así estamos, pero saber que el favor ha sido mutuo pues me ha endulzado el día.

Sobre ayer casi mejor no hablar... ahora no.

Un abrazo bro´.

Pedro José Tena dijo...

Lo del test llegó de manera inesperada: buscando en google alguna canción que se titulara 'I played the fool' para poder desahogarme un poco, acabé pinchando por curiosidad en el cuestionario de marras.

Mal fin de semana hemos tenido. A mí me ha cogido en medio de un puente en el que supuestamente iba a estar disfrutando y no aquí en plan Enjuto ("me siento supergif...").

Sé que Tones me dijo una vez que "en los blogs no se llora, se descuartiza". Y yo no recuerdo qué le respondí, pero probablemente pensara esto: "It's my party and I cry if I want to".

Pero en fin, Starman, tenemos la mala suerte de ser seres sensibles y pensantes en un entorno en el que no se aprecia eso. Ya deberíamos estar habituados, pero...

Anónimo dijo...

Bueno, a eso último conozco una grandísima sentencia de The Devil Rules the World:
"Es mi blog y me lo follo cuando quiero"

Genial.

José Viruete dijo...

El que disfruta escribiendo y sabe transmitir alegría y entusiasmo por algo también encuentra consuelo en las palabras. Ni se le ocurra justificarse. Haz caso a manstar, que además esto se llama PJTENA... Darkman quedó atrás, decías :)

Ay, los regalos sin entregar. ¿Nadie ha usado eso en una canción? Porque no hay nada más triste que un regalo sin abrir y sin entregar. Su mera presencia te recuerda todas la ilusiones que se quedan dentro de la caja. Lo tengo que usar yo en algún tema .

Mucho ánimo y un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Es tiempo de desamor, la emocion que mas gilipollas te hace sentir. Pero siempre compensa, y la esperanza es lo unico que no se va a la mierda.
Esta tarde la he pasado escribiendo sobre mis amores pequeños, esas chicas que me han fascinado en algun momento y de las que no saque todo el provecho sentimental que me ofrecian. Tenemos mas amor en la vida del que solemos ver, simplemente no siempre damos en ponerle ese nombre. Pequeñas decisiones que habrian cambiado todo, personas a las que esperas volver a ver. Te cuento esto porque me ha hecho sentir mejor, aunque por suerte hay dolores que no desaparecen.

Y en los Blogs, como en todo acto creativo, lo mejor es decir lo que apetezca en cada momento, la autocritica ya es un editor demasiado severo.

Animo, Pedro.

Sergio Aguilar Molina dijo...

Pedro José: no soy bueno dando consejos, pero si sé que sufrir es una de las consecuencias directas de amar. Y a veces, sufrimos más de lo que deberíamos porque nos empeñamos en seguir pensando en algo que no ha salido bien: tal vez nos interese más dar otro pasito adelante y olvidar el pasado.
No siempre podemos olvidar rápido... pero hay trucos que mitigan en parte lo que nos ocurre, que nos hacen que dejemos momentáneamente a un lado esa pena, ese amargo dolor. El más obvio es mantenerse ocupado.
Si, busca algo que te guste, que te centre, que te llene y dedícate a ello. A mi me funciona mi obsesión tecnológica o mi devoción por el cine. Me ocupo todo el tiempo libre, no dejándome un segundo para pensar, para sentir. Hasta que todo desaparece.

Anónimo dijo...

Odio la sensación que tanto Manstar como tú describís. No se exactamente como ha sido vuestro caso y, realmente, me da lo mismo. Ante estas situaciones sólo queda el saber que hemos sido mucho los que hemos pasado lo mismo y apoyarnos mutuamente.

Realmente la metáfora de Viru acerca del regalo no dado es poderosa por lo que encierra de evocadora. Como también lo son las cartas sin enviar que habitan en una caja en un sitio escondido de mi casa.

Ánimos y palante.

Anónimo dijo...

Por cierto el anterior comentario era mío..

Anónimo dijo...

En Rayuela, uno de los personajes decía: "probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose". La apunté en cuanto la leí y sigo teniéndola muy presente. ¿Por qué? Porque todos hemos estado en tu situación. Y seguramente volveremos a estar. Lo único que queda entonces es aguantar y, sobre todo, aguantarse en los amigos.
Al final, por duro que parezca, se consigue sobrevivir, aunque en el momento parezca imposible.
Ánimo.

Pedro José Tena dijo...

No sé muy bien qué decir... Así que me limitaré a un gracias, amigos.

Ana dijo...

Supongo que después de tanto tiempo que hace que escribiste este post, ya todo habrá pasado, las aguas estarán más calmadas y todo quedará en un feo y desagradable recuerdo de sentimientos odiosos y odiados, pero me ha gustado mucho leerlo y leer las opiniones de tus amigos... además como soy una entrometida, tengo que opinar... todo lo que diga a partir de aquí, son opiniones personales, quizás tú o cualquier otra persona piensa diferente, pero es como eso que dices de que para ti ese día puede ser muy importante y para el otro no ser nada, somos y sentimos lo que nos dice nuestra percepción, nada más allá, lo mismo puede ser tan diferente según los ojos que lo miren... bueno, decirte que yo creo que "amor" va estrechamente ligado a "sufrimiento", no hay amor que no lleve de la mano algún tipo de sufrir, es lógico por otra parte, aquella persona que te hace sentir amor te importa y sólo aquel que te importa puede hacerte sufrir realmente, te acostumbras a todo, tanto a ser feliz como a sufrir, te acostumbras a los malos momentos y a los buenos, hasta que un día la esperanza deja de existir y sólo queda la inmensa necesidad de vivir "hoy" con lo que éste traiga, bueno o malo da igual, lo importante es "vivirlo", duele, sí, por supuesto, ni yo ni nadie es de piedra aunque a veces intentemos refugiarnos en palabras o actos absurdos, no hay que mirar a otro lado cuando el dolor llama a tu puerta, hay que abrirle y dejarle entrar, al igual que lo haces cuando lo que llama a tu puerta es una inmensa sensación de felicidad, yo no discrimino al dolor porque duela, he aprendido a vivir con él y puede ser un gran compañero... sé que suena un poco a "esta tia está muy muy loca...jajaj", pero lo cierto es que si no puedes con tu enemigo.. únete a él, yo llegó un momento en el que no podía con tanto sufrir que ahora no me importa hacerlo, es como que todo me da un poco igual, no espero nada de nadie y así nadie me podrá volver a decepcionar jamás, quizás suene a postura cobarde, pero funciona!!. Hay cosas que no se pueden provocar ni evitar y sobre todo en las cosas del amor... éste llega, te sorprende, te eleva al infinito y cuando menos te lo esperas... te deja caer!!, es un hijo de puta, sí, lo es, pero cuando llegas de nuevo al suelo, duele, duele un montón, pero duele el golpe, con el tiempo la intensidad del dolor va menguando y lo que te queda es el recuerdo de todo lo que viviste estando allí arriba donde te llevó, ya habrá algo o alguien que te haga subir de nuevo, mientras tanto, aquí abajo, tampoco se está tan mal... :p
Todo esto no son más que delirios de un alma confundida y perdida entre toda esa enorme complicación a la que algunos llaman VIDA...

Pedro José Tena dijo...

Gracias por tu comentario, Ana.

Lo que me jode de este post es que, por mucho que esté superado en ese caso concreto, no deja de tener vigencia y funcionar al mismo tiempo como previsión de lo que está por venir, de la suerte que siempre me acompaña y que parece estar planeando otra vez sobre mi cabeza. A lo mejor después de leer esto puedes entender mejor por qué estoy acojonado.