Buscador

14 dic 2008

'Neon Maniacs'


(Neon Maniacs. Joseph Mangine. EEUU. 1986. 91 minutos). Ya lo decía Whodini: los monstruos salen de noche. Y aquí, sin ninguna explicación, sin que nunca tengamos claro su origen ni su intención, tenemos a doce maníacos mutantes que salen por las noches para matar a adolescentes. ¿A todos? No, sólo a algunos. ¿Por qué? PORQUE SÍ. Esta es una película en la que todo ocurre porque sí mientras nosotros nos preguntamos en qué estaban pensando mientras la hacían. Así, uno se pregunta por qué esa música para los títulos de crédito, por qué presentar a los monstruos en cartas como si fueran personajes de un juego de rol o protagonistas de una colección de cromos, por qué el director es tan torpe que deja que la cámara se refleje durante más de diez segundos sosteniendo un plano que no sirve para nada, por qué un conductor de autobús no puede escuchar los gritos que vienen del fondo del vehículo pero otros personajes se alarman por el chasquido de una rama que se produce a cincuenta metros, por qué el protagonista es presentado como un pringado y luego resulta ser la estrella pop del instituto sin metamorfosis de por medio, por qué, por qué, ¡¿por qué?! PORQUE SÍ. Todo aquí pasa porque sí. Ni sabemos de dónde vienen los monstruos, ni qué son, ni por qué matan, ni por qué el agua les destruye... ni falta que hace. Son monstruos porque molan, matan porque es una peli de miedo y el agua les mata porque es la risa ver a policías derribando una puerta con las pistolas de coña en ristre. Y así todo lo demás. ¿Qué derecho tenemos entonces nosotros a cuestionarnos la lógica interna de una cinta que podría ser una continuación de la película de La Pandilla Basura protagonizada por los monstruos descartados en Razas de noche? Se trata de presentar a doce freaks asesinos en hora y media, cada uno con su caracterización distintiva, su modus operandi y su parte del pastel de sangre. ¿Cómo va a quedar espacio para la historia, las explicaciones, la lógica? A la mierda con todo eso. Neon Maniacs es perfecta en su gilipollez y altamente disfrutable. Si no lo ven así, dejen de leer este blog.

2 comentarios:

Milgrom dijo...

El porquesismo es tremendamente divertido a veces.

... dijo...

Es un clásico de video-club. Y lo del agua corriente utilizada como arma mortífera es una idea absolutamente genial, algo así como un corte de mangas a películas fantásticas supuestamente más originales, y que ya aparecía en Hardware.

The Jitters es del palo, y de la misma época, con mutantes salidos de cierta mitología japo.