Buscador

11 ago 2010

Algo pasa con Tom


En mi último artículo para Crónicas de un Pueblo hablo sobre Noche y Día, película que cualquier espectador con dos dedos de frente debería saber disfrutar por muchos sanfermines sevillanos que presente, y de paso reflexiono rápidamente sobre Tom Cruise. 


Cuando Tom Cruise apareció bailando rap en la última ceremonia de los MTV Movie Awards junto a Jennifer Lopez nos estaba enviando un mensaje: “Soy un tío divertido”. Recordemos que el primer gran éxito de Cruise fue una comedia, RISKY BUSINESS (1983), pero durante toda su carrera el actor parece haberse empeñado en demostrar que es algo más que el ídolo de jovencitas en el que se convirtió a mediados de los ochenta. Su filmografía ha estado calculada al milímetro y casi todos sus títulos están ahí por algún motivo en concreto, ya sea el de intentar ganar un Oscar a toda costa (NACIDO EL 4 DE JULIO, EL ÚLTIMO SAMURAI) o hacer patentes sus dotes como héroe de acción (la trilogía, pronto tetralogía, MISIÓN IMPOSIBLE). Sin embargo, a la hora de demostrar que también puede resultar cómico ha actuado con más timidez. Primero fue su cameo en AUSTIN POWERS EN MIEMBRO DE ORO (2002), donde supo reírse de su imagen de superestrella de Hollywood; pero donde realmente dio el do de pecho (peludo) fue en su interpretación de Les Grossman en la recuperable TROPIC THUNDER (2008). Con el papel de un productor irritable e irritante, con exceso de kilos y de vello corporal, Tom Cruise arrancó carcajadas. Pero más sorprendente aún fue si cabe que en la gala que citaba al comienzo del artículo retomara ese mismo papel para interpretar un número humorístico.
No obstante, hay algo que no debemos pasar por alto: este acercamiento de Tom Cruise hacia la comedia es una herramienta para combatir la mala imagen que se ha granjeado en los últimos años con sus apariciones públicas y sus declaraciones a favor de la Iglesia de la Cienciología. La jugada se ha completado con su regreso oficial a la comedia gracias a la película NOCHE Y DÍA (2010), vehículo para su lucimiento y para el de su partenaire Cameron Díaz, quienes viajan a través de medio mundo en una comedia de espías y acción de la vieja escuela, reminiscente tanto de CHARADA (1963), la saga James Bond o el cine de Alfred Hitchock como de títulos más recientes tales como MENTIRAS ARRIESGADAS (1994) o SR. Y SRA. SMITH (2005). Independientemente de la osadía (¿inconsciencia?) de situar unos San Fermines en Sevilla, la película es un divertimento notablemente agradable que se disfruta con tanta facilidad como se olvida pero que, en comparación con lo que se está estrenando este verano, se erige como uno de los productos más satisfactorios de la época estival en la que nos encontramos. Con NOCHE Y DÍA Cruise consigue su objetivo: durante algo menos de dos horas realmente vemos a un Tom que se lo pasa bien y que hace disfrutar, y casi nos hace olvidar que es ese tipo que reniega de la psicología y reza por las noches a los extraterrestres. Misión cumplida.

No hay comentarios: