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15 oct 2009

Vuelve Raimi


Antes de retomar la actividad del blog (siempre dentro de su irregularidad e inestabilidad), les cedo el último artículo que he publicado en Crónicas de un pueblo, escrito ya hace bastante tiempo, pero que no ha salido a la luz hasta ahora. De hecho, si no hice reseña para el blog de esta película en su momento fue porque ya pensaba en este post. En los próximos días seguramente lean aquí otras reseñas con sabor a rancio y olor a habitación cerrada durante días, sobre películas no tan cercanas para ser consideradas novedades ni tan viejas como para llevar consigo carga sentimental. Lo que casi ningún bloguero quiere, vaya. Les dejo con Raimi y mis ñoñerías nostálgicas.

Ya les hablé sobre el impacto que en mi infancia tuvo el pase de DEMONS (1985) en ‘Noche de Lobos’, pero hubo otro momento relacionado con este extinto programa de Antena 3 que marcó de manera aún más fuerte un antes y un después en mi manera de concebir el cine y, por extensión, la vida. El 21 de Octubre de 1990 tomé consciencia de algo en lo que el niño de diez años que era no había reparado aún: las películas estaban hechas por personas. Silencio. Estupefacción. Seguro que les parece una tontería, así que tendré que explicarme. Esa noche Joan Lluís Goas presentaba POSESIÓN INFERNAL (Evil Dead, 1982) revelándome algo que hizo que dejara en la cuneta mi sueño infantil de ser astronauta: la película la había filmado un tal Sam Raimi con amigos, reuniendo entre todos dinero y útiles prácticos para el rodaje, y rodando en una cabaña en el bosque y un garaje. Impresionado y cargado de ilusión e inocencia, me dije que eso también lo podría hacer yo. Algún día. Algún día…


Creo que sobre esto ya he escrito alguna vez en alguna parte (quizá incluso fuera en este mismo periódico), pero me sirve de introducción para hablarles de ARRÁSTRAME AL INFIERNO (Drag me to hell, 2009), la película con la que Sam Raimi vuelve al cine de terror después de su paso por la saga SPIDER-MAN y otros proyectos que, desde luego, en ningún caso han logrado despertar mi entusiasmo del modo en el que lo hicieron la trilogía EVIL DEAD (1982/1987/1992) y DARKMAN (1990), mi película favorita de superhéroes de todos los tiempos. Teniendo en cuenta que el de Raimi es seguramente el primer nombre de director de cine que retuve y que contribuyó a hacerme fan vitalicio del horror fílmico, para un servidor es un acontecimiento. Partiendo de esa base, era inevitable que mis expectativas estuvieran por encima del resultado final, pero ese nunca ha de ser un baremo fiable a la hora de valorar los verdaderos méritos de cualquier hecho artístico. Lo cierto es que ARRÁSTRAME AL INFIERNO recupera el vigor narrativo de Raimi, su locura visual y su sentido del humor negro y cartooniano. El tema es recurrente y retrotrae a los lances de Ash en todo EVIL DEAD: se trata de El Mal intentando poseer al protagonista, aquí insistentemente por vía oral (a la protagonista le entran por la boca moscas, jugos de embalsamamiento, un brazo, un ojo…). Pero hay una diferencia importante que es, además, la que impide que el disfrute sea tan pleno como lo era en las anteriores muestras del Raimi terrorífico: aquí hay moraleja. La heroína (por llamarla de algún modo) sufre una maldición por culpa de su ambición y el modo en el que utiliza a una anciana, humillándola y negándole una ampliación que evite que le expropien la casa, para impresionar a su jefe en el banco y conseguir así un ascenso. Por tanto, el terror no surge aquí de la curiosidad y la inocencia de los que abrían el Libro de los Muertos y leían sus pasajes como si de un juego se tratara, sino que los hermanos Raimi (Sam e Ivan, que recuperan un guión que guardaban desde hace más de una década) juzgan a su protagonista y la condenan a pagar por ello. Esta opción es la culpable de algunos de los pasajes más tópicos y menos excitantes del guión, pero poco importa cuando finalmente vemos a una cabra poseída que habla. Si eso no redime a cualquier película de terror con tintes cómicos, ¿qué podría hacerlo?

3 comentarios:

JUAN dijo...

Me alegro que sigas con el blog de nuevo pedro , esta pelicula la vi en casa hace algunas semanas y la verdad que me gusto bastante , aun tengo que ver su primeras peliculas.

Un saludo :)

Sergio Aguilar Molina dijo...

Si algo tengo que decir de "Arrastráme al Infierno" es que tiene momentos gamberros en los que la mezcla de terror y humor negro son equiparables a los de la trilogía Evil Dead.
Raimi vuelve a su raíces en esta película y lo hace a la perfección: la película tiene elementos muy clásicos en el género de terror, pero la mala leche y el sentido del humor de Raimi logran una película genial, que se puede ver sin problemas te guste o no el terror, que a mi me ha encantado, cansado ya de tanto Spiderman.

Pedro José Tena dijo...

Yo también estaba harto de verle perder el tiempo con Spider-Man, Aguilar. De hecho, me alegra que no se haga cargo de la cuarta parte. A ver si le vuelve a coger el gusto a esto del terror y nos regala otra peli como 'Arrástrame al infierno'.