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15 nov 2010

Especial Sitges 2010: 'Gallants'

(Da lui toi. Derek Kwok & Clement Cheng. Hong Kong. 2010. 98 minutos) Cuando preparaba los artículos con los avances de las cintas que podría ver en Sitges este año, me quedó claro que la cinta de Derek Kwok y Clement Cheng tenía grandes posibilidades de convertirse en una de mis favoritas. La intuición no me fallaba: Gallants fue una de las películas que más me hicieron disfrutar en el pasado Festival de Sitges, uno de esos casos poco habituales en los que la sala entera estallaba en carcajadas en los momentos oportunos y se respiraba un ambiente generalizado de buenas vibraciones que hizo que abandonáramos la sala con una amplia sonrisa en los labios y la sensación, creo que muy extendida entre los asistentes, de haber pasado uno de los mejores momentos que nos brindó la edición de este año. Gallants es un largometraje totalmente emocionante y divertido, lleno de gags físicos y detalles brillantes de guión, que sigue el patrón clásico de las comedias de kung-fu de los años 70 a las que homenajea (no sólo por la presencia de unos gigantescos Chen Kuan Tai y Bruce Leung, sino también por el estilo audiovisual que rememora el cine hongkonés de aquella época) con el aderezo de un drama crepuscular que no siempre funciona y que termina imponiéndose en los últimos minutos como protagonista. Quizá esto vaya en contra del tono ligero e hilarante del metraje previo, pero a poco que nos pille con la tarde tonta es capaz de arrancarnos alguna lágrima y eso no siempre está de más, aunque tengamos claros y veamos venir a leguas los resortes que están utilizando para llevarnos a tal estado de ñoñez. Un comentario aparte merece Teddy Robin Kwan, quien en Gallants desarrolla su papel con una capacidad de cachondeo, autoparodia, sentido de la comicidad y aptitudes dramáticas que convierten a su personaje, el Maestro Ben Law, en alguien entrañable. Para redondearlo todo, las escenas de artes marciales son de las buenas de verdad. Una pequeña joya.

LO MEJOR: Su sentido del humor y su épica de barrio.
LO PEOR: Que abuse del dramatismo en los últimos minutos.

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