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12 mar 2011

'En tiempo de brujas'

(Season of the Witch. Dominic Sena. Estados Unidos. 2011. 95 minutos) A la espera de que nos llegue el mes que viene esa apetitosa Furia Ciega (Drive Angry) rodada en 3D, en la que Nicolas Cage se enfrenta a las fuerzas del mal junto a Amber Heard, de momento pueden ahora verle hacer lo mismo con algunas diferencias: es en 2D, transcurre en la Edad Media y el acompañante de Cage es bien distinto a Heard, ya que se trata de Ron Perlman. Sigue resultando entrañable la falta de escrúpulos del bueno de Nic a la hora de aceptar casi cualquier proyecto que le pongan sobre la mesa, sin importarle que medio mundo (y esto no lo digo yo, sino los números) se muestre ya cansado de verle el peluquín tan a menudo, asomándose por nuestras pantallas cada pocos meses y provocando la sensación de que ejecuta sus papeles como aquel que va a la oficina de nueve a cinco cada día, sin ningún entusiasmo y sin ninguna intención de descubrir la rueda. No tengo nada que objetar a ello: Cage es un tipo honesto, un freak de corazón que hace el tipo de películas que seguramente le guste ver, alguien que hace tiempo dejó de preocuparse por ser respetado por la crítica y por ser considerado buen actor según los cánones tradicionales, para entregarse a la industria y recibir cheques millonarios por jugar a ser soldado, motorista del más allá, cazarrecompensas o mago. Y no me digan que eso no les provoca envidia, porque no les podría creer. 

LO MEJOR: La escena del puente.
LO PEOR: Su indefinición.
El problema es que En tiempo de brujas es uno de esos casos en los que Cage parece no estar disfrutando del todo y su presencia resulta demasiado apática como para generarnos cualquier complicidad. Sólo su química con Ron Perlman hace que esbocemos alguna sonrisa fugaz, pero no es de extrañar que transmitan esa falta de interés por un material como este con el que tienen que lidiar: una historia en la que unos Cruzados renegados deben trasladar a una joven acusada de bruja y de traer la peste hacia un lugar donde será juzgada. El máximo problema está en la indefinición de tono que padece la película, con un guión que no sabe si decantarse por una vertiente aventurera, otra más realista o una decididamente fantástica, facetas que se mezclan sin ton ni son en la cinta y que acaban por descolocar al espectador, ya que uno nunca sabe a ciencia cierta cuáles son las cartas que quiere jugar el guionista y parece que hay tres o cuatro películas en una luchando por sobrevivir en el ajustado metraje. Dominic Sena, quien ya dirigió a Cage en la también mediocre 60 segundos (Gone in 60 seconds. 2000), consigue construir algunas secuencias adecuadamente tensas como la del puente, pero cuando llega el momento de hacer despliegues de efectos especiales se ve limitado por un presupuesto que se intuye no demasiado alto, algo que, unido a esa falta de cohesión del guión, hace que, en conjunto, En tiempo de brujas no funcione más que durante tramos aislados y que nos deje con la sensación de que, de haber intentado hacer sólo una película de terror, de aventuras o de acción, y no todas ellas al mismo tiempo, la experiencia final podría haber sido mucho más satisfactoria y no haberse quedado en un experimento con aciertos parciales pero de resultados fallidos en general. 

2 comentarios:

Periko dijo...

No se la pelicula, pero el cartel es lamentable. Muy en la linea de lo que se estila ultimamente.

Pedro José Tena dijo...

La peli es como el cartel: una cosa funcional tirando a fea.