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5 oct 2010

Depresión Vacacional


En el último número de Crónicas de un Pueblo escribo sobre los que me han parecido los dos grandes truñacos del verano 2010. ¿Algo más en común, aparte de aburrir a las ovejas? Sí: tienen a los protagonistas más equivocados que recuerdo haber sufrido en años. 

Mucho se habla sobre la depresión post-vacacional, pero este verano hemos tenido al menos dos motivos para sufrir la bajona en los cines, dos películas que sólo han servido para manchar la filmografía de dos directores que hasta ahora no me habían fallado nunca y que suponen, al menos entre lo que he visto, los dos fracasos más calamitosos de la temporada estival que estamos despidiendo. Estoy hablando de AIRBENDER: EL ÚLTIMO GUERRERO y PREDATORS.
AIRBENDER, dirigida por M. Night Shyamalan, resulta ser mi primer encontronazo serio con el responsable de EL SEXTO SENTIDO, EL PROTEGIDO o SEÑALES. Basada en una serie de animación de la cadena norteamericana Nickelodeon que intentaba imitar la estética del anime japonés, la cinta de Shyamalan es su intento por demostrar que podría convertirse en un asalariado más de los grandes estudios, un artesano sin voz ni voto que ejecute con pericia los proyectos empaquetados y diseñados de antemano por las productoras, en los que la figura del director-autor brilla por su ausencia. Y a fe que lo consigue: AIRBENDER resulta una película anodina, llena de bellos efectos especiales y con una incuestionable ejecución técnica por parte del director (destacando especialmente por la forma en la que utiliza el plano-secuencia en las escenas de acción), pero carente de cualquier tipo de emoción y personalidad, tanto que podría venir firmada por Mike Newell (responsable de la horrible PRINCE OF PERSIA) o cualquiera de los otros asalariados de Hollywood y no se notaría demasiado la diferencia. Por si eso fuera poco, el protagonista debe ser uno de los peores niños actores de la historia.
También falla con el reparto la otra gran decepción del verano: PREDATORS. Intento de volver a las raíces de la mitología del personaje de DEPREDADOR, la película producida por Robert Rodriguez y dirigida por el interesante Nimród Antal (HABITACIÓN SIN SALIDA, BLINDADO) debe cargar con el lastre de tener a Adrien Brody como héroe de acción, secundado por un grupo de secundarios totalmente falto de carisma encarnando a unos personajes igual de prescindibles. El intento de introducir novedades (una nueva raza de depredadores, sus perros de caza, la ambientación en un planeta extraterrestre) es encomiable, pero no resulta suficiente cuando tenemos que lidiar con un desarrollo narrativo tedioso y previsible, que intenta seguir los pasos de la película original de 1987 pero que acaba resultando un aburrimiento de dimensiones épicas. Y eso a pesar de arrancar con una fuerza abrumadora y hacernos pensar, en sus primeros minutos, que estamos ante un relato de velocidad arrolladora. Pero poco a poco la película se va hundiendo en el fango de lo inane y no consigue salir de ahí ni con su intención de recuperar la fisicidad del cine de acción de los ochenta.
Espero traer mejores noticias en el próximo número, ya que servidor de ustedes volverá a asistir al Festival de Cine de Sitges y piensa volver cargado de buen cine y muchas cosas que contar. O, al menos, esa es la intención.


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