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24 ene 2011

'Carne de neón'

(Carne de neón. Paco Cabezas. España / Argentina / Suecia. 2010. 113 minutos) En 2005, Paco Cabezas estrenaba su segundo trabajo cinco años después del mediometraje Invasión Travesti (que pueden ver en YouTube pulsando aquí). Con el título de Carne de neón y un reparto encabezado por Óscar Jaenada y Victoria Abril, Cabezas ponía de manifiesto en quince minutos su evidente cinefagia y su habilidad para el guión ágil, humorístico y con tendencia al deus ex machina para resolver los conflictos. En el cortometraje (que pueden ver aquí) se hacían evidentes también los referentes de Cabezas: venía a ser a la tradición quinqui y picaresca española lo mismo que Guy Ritchie a la delincuencia de baja estofa inglesa, es decir, recogía la temática del cine de gangsters de Quentin Tarantino y lo llevaba al terreno que conocía, al de los matones y camellos de medio pelo de los barrios marginales sevillanos o, por extensión, de cualquier parte de nuestro país, un microuniverso de traficantes, putas, travestis y policías corruptos en el que los buenos son los malos y viceversa, donde emerge la figura del superviviente callejero como héroe de buen corazón a pesar de haber crecido en un entorno violento y peligroso. Tras debutar en el largometraje con la estimable Aparecidos, Cabezas ha convertido aquel corto en una película de casi dos horas que viene a expandir ese microcosmos de manera inteligente, añadiendo personajes, hilando subtramas y aumentando la acción para contar esencialmente lo mismo: los problemas de un joven que ha crecido en la calle para abrir un puticlub donde pueda trabajar su madre al salir de la cárcel. 

LO MEJOR: El impecable trabajo de los secundarios.
LO PEOR: Que a veces Cabezas se toma la película 
demasiado en serio. 
Óscar Jaenada ha sido reemplazado por Mario Casas (quien, para variar, esta vez resulta hasta simpático, no como en esa soberana memez que se mueve entre la carcajada involuntaria y la náusea que es Tres metros sobre el cielo) y a Victoria Abril la sustituye Ángela Molina (mejorando en todos los sentidos la artificial interpretación de Abril en el corto). Pero es con los secundarios con quienes Cabezas ha acertado de lleno, retomando algunos que ya aparecían en el corto (Vicente Romero, Macarena Gómez y Dámaso Conde, los tres impecables) y añadiendo otros que están igual de bien (Darío Grandinetti, Antonio de la Torre, Blanca Suárez, Luciano Cáceres), demostrando una habilidad sobresaliente para dirigir a sus actores y crear personajes que parten del tópico pero se acaban convirtiendo en seres enternecedores que, en ocasiones, exudan una verdad pocas veces visible en nuestro cine. Es en ellos donde reside la gran virtud de la película, por lo demás poseedora de un ritmo ajustado y una elegante puesta en escena que huye de la sordidez a pesar de moverse en ambientes tan poco recomendables. Su único problema importante, más allá de una falta de originalidad que tampoco sería justo exigirle, es que, como ya ocurría en Aparecidos, hay momentos en los que Cabezas se toma demasiado en serio a sí mismo y utiliza el marco de un género de pura evasión (allí el terror sobrenatural, aquí el thriller de acción) para introducir temas de mayor calado social. Si en Aparecidos metía con calzador una denuncia hacia la dictadura militar Argentina que se acababa adueñando del último tercio de la película, en Carne de neón desliza una evidente denuncia sobre la corrupción policial, la trata de blancas o los problemas de la inmigración desde el punto de vista de quien debe arriesgarlo todo para buscar una nueva y mejor vida. Si bien esos elementos añaden algo de fuste a la película y proporcionan una coartada a los espectadores que necesiten algo de sustancia en medio de la diversión, también suponen una pequeña traba para los que busquen esencialmente cine de evasión y no tengan el cuerpo para didactismos. Afortunadamente, Cabezas es carne de videoclub y, a pesar de esos ocasionales apuntes de vocación de trascendencia, el balance final es positivo, pesando siempre más el jolgorio que el mensaje. Para eso ya tenemos a Ferdando León de Aranoa (y sus tostones). 

2 comentarios:

Perica, la de los Palotes dijo...

¿Cómo vas a ver esta película, alma de cántaro?

Pedro José Tena dijo...

Dos cosas, Doña Perica:

1) ¿Ha leído la reseña?
2) Dígame un motivo convincente por el cual alguien tendría que rechazar a priori la posibilidad de ver la película en cuestión. Y no me vale:
a) es española
b) sale Mario Casas
c) seguro que es otra película "de putas y maricas"