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9 jun 2011

'El bosque maldito'

(The woods. Lucky McKee. Estados Unidos / Reino Unido / Alemania. 2006. 87 minutos) Tras la buena recepción en circuitos especializados que consiguió su ópera prima, May (2002), el director Lucky McKee tuvo problemas para llevar a buen puerto su segunda película, The Woods, que estuvo retenida durante un par de años por la productora y que obligó a M. Night Shyamalan a cambiar el título original de El bosque (The village. 2004), llamada en un principio también The woods. La sinopsis es la siguiente: Estamos en 1965. Heather Fasulo (Agnes Bruckner), una joven problemática, es internada en un colegio privado para chicas situado en mitad de un bosque de Nueva Inglaterra. Allí escucha la historia que se esconde tras los muros del edificio y que todavía resuena en los árboles: tres jóvenes brujas sufrieron las agresiones de sus compañeras y posteriormente se vengaron ofreciéndoles las almas de aquellas al bosque. Heather no tarda en descubrir que la directora del colegio, Ms. Traverse (Patricia Clarkson), podría ser una de esas brujas y que habrían seguido durante años ofreciendo sacrificios a los espíritus los árboles. 

LO MEJOR: Bruce Campbell.
LO PEOR: Se intuyen los problemas de producción tras
sus imágenes.
Si les suena familiar es porque recuerdan bien Suspiria (Dario Argento. 1977), que contaba más o menos lo mismo. Pero si en aquella teníamos un entorno de pesadilla ambientado en una laberíntica academia de baile de Friburgo, aquí el terror viene de la naturaleza. Brujería, ritos paganos, pesadillas, peleas de adolescentes con uniforme y, sobre todo, la posibilidad de ver de nuevo a Bruce Campbell (el padre de la protagonista) luchando contra troncos malignos, lo que nos lleva de inmediato a ese agradable rincón de nuestra memoria donde permanece Posesión infernal (The evil dead. Sam Raimi, 1981). Eso en la parte positiva, donde también tendríamos que citar la manera perversa en la que utiliza éxitos del pop ñoño de Lesley Gore, elegida quizá por la reconocida homosexualidad de la cantante y la manera en la sus canciones ayudan a que se establezca la relación, de manera sutil pero con obvios tintes lésbicos, entre la protagonista y su compañera Marcy (Lauren Birkell). En la parte negativa, por desgracia la que más pesa en esta ocasión, estaría el ritmo, exasperante por momentos, trufado de escenas de terror oníricas que acaban provocando sueño y de personajes y subtramas que quedan deslavazados, quizá como consecuencia del complicado proceso de postproducción que sufrió la película. Los hachazos y los efectos especiales del final consiguen levantar el ánimo, pero para cuando llegan es un poco tarde e incluso podríamos decir que desentonan con el conjunto, demasiado lánguido como para producir ningún tipo de entusiasmo.

2 comentarios:

BORJA dijo...

Me quedé frito en distintas ocasiones, intentando ver este ladrillo. Ni el tema de las adolescentes en uniforme hizo algo por estimularme, hasta el punto de que o no recuerdo los hachazos...o no me pillaron dormido.
Por otra parte, a mi May siempre me pareció peor que a casi todos. Un corto extendido parido por un cortometrajista amateur es lo que siempre me pareció.Autocomplaciente.

Pedro José Tena dijo...

A mí sin embargo sí que me gustó May. No me dio esa sensación de ser un corto alargado y por eso esperaba algo, aunque fuera mínimo, de esta película. Tampoco me disgustó tanto tanto como a ti, pero es verdad que es un poco ladrillazo. Los hachazos llegan al final y Bruce Campbell tiene un par de minutitos de lucimiento. Pero vamos... poca cosa.