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25 nov 2005

'Bones'

(Bones. Ernest Dickerson. Estados Unidos. 2001. 96 minutos) Aún recuerdo el momento en que introduje en mi ordenador un cd-rom que regalaban con la revista Fangoria, en el que colocaron un tráiler de la película Bones. Desde ese momento, y hasta que pude verla, transcurrió tanto tiempo que desarrollé una especie de obsesión personal con ella. Transcurrió más de un año y, cuando ya temía que algún día la vería estrenada directamente en dvd, llegó a los cines españoles. Por esto y por mi fijación con Snoop Dogg, el tipo que me descubrió, cuando yo era un mocoso de 13 años, buena parte de la música que hoy sigo escuchando hoy en día, Bones es una película de culto personal. Pero, ¿es realmente buena? Sigan leyendo...

En ella tenemos, por un lado, una horror movie bastante clásica (con referencias al terror esotérico de Argento y Bava, sobre todo a Suspiria y su fotografía, además de la secuencia de los gusanos) y, por otro, el Blaxploitation de los 70 traído felizmente a nuestros días. Así, en la cinta está Pam Grier en un papel que le viene como anillo al dedo: el de señorona del ghetto con una hija (interpretada por Bianca Lawson) que, como demuestra esa imagen que incluyo más abajo (y en la que no está muerta, aunque lo parezca), está para quitarse el sombrero (como lo estuvo su madre).

Pero lo mejor de la película es que además cuenta una historia de amor y venganza de ultratumba, y que se toma su tiempo para presentar los hechos y los personajes, dejando toda la traca gore y terrorífica para los últimos 30 minutos. Aunque para muchos espectadores esto constituye una pega, debo confesar que a un servidor esta estructura pausada no le aburrió en ningún momento, ya que entre tanto vamos viendo flashbacks ambientados en los 70, así como diversas advertencias escalofriantes de lo que sucederá después.

La historia: Jimmy Bones fue un mito en su barrio durante la década de los 70, ya que era una especie de protector del ghetto, encargándose de que todo el mundo estuviera a salvo de bandas peligrosas y, sobre todo, intentando impedir que entrase el crack en sus calles. Pero, como esto suponía unos beneficios importantes, sus socios y amigos le traicionan y le asesinan para tener el camino libre y poder hacerse los dueños del barrio. Veintitantos años después, los hijos de los que asesinaron a Jimmy compran la casa donde este fue muerto para montar un club de Hip Hop. Bones resucita y, lógicamente, clamará venganza y, de paso, intentará recuperar su amor del pasado (Pam Grier).

Precisamente, los mejores momentos de la cinta posiblemente sean los dramáticos, y es lo que la diferencia de una historia en un principio tan parecida como es Pesadilla en Elm Street. No obstante, los últimos minutos están llenos de un humor negro (en todos los sentidos) muy acertado, en los que Jimmy Bones irá haciendo caer uno a uno a los supervivientes de su asesinato (el cual nos es mostrado en un dramático y tenso flashback). En el clímax, ambientado en La ciudad de los muertos, el director tiene el buen gusto de ambientar el reencuentro de los protagonistas con la preciosa canción The love we had stays on my mind (que los Dells grabaron en 1971), lo cual sólo hizo aumentar mi entusiasmo en la sala de cine.

Tras haberla visto un par de veces más en DVD, tendría que reconocer que la película no es para tanto. Pero es uno de esos casos en los que a uno le cuesta ser totalmente objetivo... De cualquier manera, Bones es una cinta mucho mejor de lo que algunos pueden pensar.


Publicado originalmente en Natural High. Notas desde el futuro: mi entusiasmo con esta película fue tal que saqué el nombre del anterior blog de una de las frases de Jimmy Bones: "I've got a natural high... a supernatural high". Sería interesante comprobar actualmente si la película realmente merecía la pena o si solamente fue un enamoramiento del que firma. Aparte de eso, toda crítica que empiece por "Aún recuerdo..." debería estar penada por la ley.

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