Buscador

5 oct 2011

'La cara oculta'

(La cara oculta. Andrés Baiz. España / Colombia. 2011. 103 minutos) Dice el póster de La cara oculta que "hay puertas que nunca deberían abrirse". También hay tráilers que nunca deberían mostrarse y el de esta película es uno de ellos. Igual que hay críticas que nunca deberían leerse antes de entrar en el cine... y les advierto que ésta también es una de ellas. Si sienten cierta curiosidad por ver La cara oculta pero aún no se han decidido, les bastará saber que la película les hará pasar un buen rato, que resulta lo suficientemente inteligente, intrigante y entretenida como para que merezca la pena pagar el precio de la entrada, que encontrarán momentos que bordean el terror, otros en los que el erotismo campa a sus anchas, pero que básicamente se trata de una historia de suspense atemporal, un relato clásico que podría suceder en cualquier época (salvo algún detalle muy puntual como el uso del teléfono móvil como medio de comunicación, que podría sustituirse por una carta, por ejemplo) y en cualquier lugar (aunque la trama gire en torno a una desaparición y eso es algo que lamentablemente está muy apegado a la realidad de Colombia, país en el que transcurre la cinta). No necesitan más información, así que, si tienen ganas de ver la película, les recomiendo que no sigan leyendo el siguiente párrafo

LO MEJOR: Su clasicismo bien entendido y su capacidad
para generar tensión a pesar de la pérdida del elemento
sorpresa.
LO PEOR: Que el tráiler lo cuente todo. La ausente interpre-
tación de Quim Gutiérrez.
Alerta de spoilers a partir de ahora. Decía al principio que hay tráilers que nunca deberían mostrarse o que, al menos, deberían preocuparse más de mantener el misterio sobre lo que luego nos encontraremos en la película de turno. En este caso, el avance que se ha proyectado en los cines de La cara oculta se ha convertido su peor enemigo, ya que desvela su entramado argumental y anula casi por completo el factor sorpresa, dejando inservibles los intentos del guión por hacernos creer que podríamos estar viendo una película de fantasmas o, incluso, que existiera la posibilidad de que el protagonista (interpretado por un hierático Quim Gutiérrez) fuera un asesino que ha acabado con su novia (Clara Lago, defendiendo muy bien su papel) y que ahora podría también hacer lo mismo con una nueva víctima en potencia (una muy desinhibida Martina García). Es una pena que uno de los puntos fuertes de la película se vea intoxicado por culpa de un ejercicio de marketing: quizá la 20th Century Fox no se ha atrevido a vender el producto como si se tratara de una historia sobrenatural por miedo a las reacciones negativas del público al comprobar que aquí no hay ningún elemento fantástico, con lo cual el boca-oreja podría aniquilar sus aspiraciones comerciales debido a las opiniones furiosas de espectadores decepcionados; sin embargo, durante la primera mitad de la película asistimos a un recital de recursos audiovisuales que remiten muy claramente al cine de fantasmas y casas encantadas, no descubriendo hasta pasados muchos minutos que la procedencia de esos posibles fenómenos paranormales no son producto de ningún poltergeist, sino de una persona que se ha quedado encerrada en una cámara secreta de la casa. A partir de ahí, y en un giro de guión que habría agradado a Hitchcock, el suspense se centra en saber si el personaje de Clara Lago podrá salir de su accidental reclusión, mientras el interpretado por Martina García trata de dilucidar qué ocurre a su alrededor. Es decir, que cambia el punto de vista narrativo y se produce el suspense hitchcockiano: el público sabe más que uno de los personajes de la película, con lo cual puede vivir la angustia de este desde la anticipación y la aparente omnisciencia que su posición privilegiada le aporta. Es una pena, empero, que este juego propuesto por Andrés Baiz quede al descubierto desde el primer minuto en caso de que se haya visto el tráiler (que, no obstante, y para seguir con la estructura habitual del blog, insertaré tras estas líneas). Un caso flagrante de arte prostituido por la mercadotecnia, pero de agradable visionado al fin y al cabo.

ADVERTENCIA: No vean el tráiler si tienen alguna intención de ver la película.

No hay comentarios: