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17 ene 2012

'Entrevista con el vampiro'

(Interview with the vampire. Neil Jordan. Estados Unidos. 1994. 123 minutos) Vista hoy, casi dos décadas después de su estreno, Entrevista con el vampiro puede resultar una experiencia chocante si pensamos que fue una de las películas más populares de su año y que su recaudación superó la (por entonces) mágica barrera de los cien millones de dólares sólo teniendo en cuenta el suelo norteamericano (cifra total mundial: 223 millones). Y puede ser así por varios motivos, siendo el más destacado de ellos lo muy distinta que puede considerarse esta película del modelo actual de blockbusters que triunfan en la taquilla, cada vez más enfocados a un público juvenil y con muchas menos aspiraciones artísticas. Como cierta saga vampírica que todos ustedes conocen y con la que no me voy a meter (porque creo que cumple la función para la que está concebida y porque, salvo los dos primeros capítulos, no es tan horrenda como muchos se empeñan en pensar), Entrevista con el vampiro nace también de la literatura, en este caso de la primera entrega de las Crónicas Vampíricas iniciadas por Anne Rice en 1976. Desde entonces, Hollywood intentó infructuosamente en varias ocasiones adaptar la historia al cine, desistiendo finalmente cuando el terror de los ochenta parecía insinuar que no había hueco para los vampiros, a no ser que fueran reflejados de manera paródica (Mordiscos peligrosos) o revisionista (Noche de miedo). Sin embargo, los años noventa trajeron con ellos una especie de sofisticación del género, un intento de volver a otorgar cierto prestigio a figuras clásicas del terror que pudiesen volver a ser tomadas en serio, a veces incluso demasiado. Eran los años de Drácula de Bram Stoker (Bram Stoker's Dracula. Francis Ford Coppola, 1992), Lobo (Wolf. Mike Nichols, 1994) y Frankenstein de Mary Shelley (Mary Shelley's Frankenstein. Kenneth Branagh, 1994), un momento idóneo para que David Geffen se aliara con la Warner Bros. y convenciera a Neil Jordan, quien tenía bajo el brazo el reciente Osar al Mejor Guión por Juego de lágrimas (The crying game. 1992), para que adaptara al fin la novela de Rice, uniendo además a un reparto de órdago que asegurara el interés de un público mayoritario (y por mucho que la propia Rice detestara la elección de Tom Cruise como Lestat, gesto del que se arrepintió más tarde, una vez vio la película terminada). El resultado final fue un éxito económico y artístico que, como decía al comienzo de estas líneas, sería relativamente inviable hoy en día, especialmente viniendo de un estudio de Hollywood.

LO MEJOR: La sordidez de algunos conceptos, especialmente
viniendo de una de las grandes majors de Hollywood.
LO PEOR: Su ritmo, demasiado irregular, y el hecho de que
pretenda abarcar demasiado para dos horas de metraje.
La elección de Neil Jordan como director tenía su lógica. Al fin y al cabo ya había demostrado que sabía narrar un cuento de terror, tal y como hizo con En compañía de lobos (The company of wolves. 1994). Pero, siendo como es un director a contracorriente, hoy cuesta imaginar que alguien le llamase para dirigir otra producción de presupuesto considerable que se enmarcara dentro del cine de terror, sobre todo teniendo en cuenta que su último intento al respecto fue un fracaso: In Dreams (1999). Más raro sería aún que, como ocurrió en esta cinta de 1994, tuviera tanta capacidad de decisión sobre el corte final y el estudio no se entrometiera demasiado en su trabajo. Tampoco hoy sería bien visto que una superproducción (moderada, eso sí) de terror, contara con un ritmo tan irregular y tan poco dado a los sustos y a la acción como el que ostenta Entrevista con el vampiro. Este sería, en parte, su mayor defecto, ya que la película denota en exceso que se trata de una adaptación literaria que pretende condensar una historia extensa en dos horas de metraje. Esto obliga a que algunos pasajes sean explicados de manera superficial y conduce al público a la sensación de que se está perdiendo matices que le impiden entender la historia en su totalidad (como toda la parte con Armand, especialmente), algo que entra en contraste con lo muy pausados que son otros fragmentos de la cinta y que pueden invitar a cierto tedio en momentos puntuales, estando los puntos álgidos de emoción distribuidos de manera algo insatisfactoria (y, por supuesto, provocando un choque frontal con lo que el público contemporáneo demanda en cuanto a cantidad y frecuencia de las emociones fuertes). La mayor virtud del largometraje, y que también es algo que sería inconcebible en cualquier aspirante a taquillazo actual que se precie, es el incómodo retrato que hace de una familia disfuncional: Lestat (Tom Cruise) convierte a Louis (Brad Pitt) en vampiro y ambos adoptan a la pequeña Claudia (Kirsten Dunst) haciéndola también inmortal y formando un núcleo familiar realmente sórdido, en el que sobrevuelan los aires de la evidente atracción homosexual que parecen sentir Lestat y Louis (y no sólo ellos: también el Armand interpretado por Antonio Banderas desea tener a Louis como compañero), además de unas insinuaciones incestuosas (a su manera) y pederastas (también sui generis, porque recordemos que Claudia termina siendo una señora mayor encerrada en un cuerpo de niña... algo que le atormenta) entre Louis y su "hija". A todo esto añádanle desnudos femeninos completos, sus buenos chorreos de sangre y unos efectos de maquillaje perfectos de Stan Winston y quizá se echen a llorar: aún con todos sus problemas de ritmo y de selección de subtramas (que son los que, en definitiva, le impiden convertirse en una obra más redonda), Entrevista con el vampiro sería imposible hoy, al menos con un reparto de caras conocidas, con unos medios económicos tan holgados y con unos aspectos en su trama tan perversos. Puede que dos de estos elementos sí pudiesen ser mezclados en el cine del nuevo milenio pero, desde luego, no los tres... y menos aún con la esperanza de lograr un éxito. Este podría ser un buen motivo para revisionarla o quizá incluso descubrirla, al tiempo que nos damos cuenta de lo mucho que han cambiado las cosas desde 1994 hasta la actualidad.

7 comentarios:

srdani dijo...

Tengo en alta estima a esta peli. Me fascinó en su día y me sigue fascinando en cada revisión.
De hecho creo que los años le sientan estupendamente. La tachó de clásico de los ´90 sin vacilar.
No sé si por su, aún hoy, apabullante diseño de producción; su extraordinaria fotografía, que le saca el máximo partido a la puesta en escena y a los decorados; a una banda sonora en la que el hoy olvidado Elliot Goldenthal nunca estuvo mejor, acompañando inmejorablemente a las imágenes,...
Y no quiero olvidarme del ajustadísimo reparto, destacando la mejor performance de la carrera de Kirsten Dunst, al más que convincente Cruise en un papel arriesgadísimo, y a la presencia de Antonio Banderas al que encuentro inspiradísimo.
Ya ve. Vehemente que es uno a veces.
Por cierto, la peli me llevó a leerme el libro en el que se basa. No me he vuelto a acercar, por puro pavor, a ningún libro de esa buena señora. Las mejores y únicas partes interesantes de la historia están en el guión. Neil Jordan se apuntó un montón de tantos, no sólo por su defensa de que Cruise hiciera de Lestat. Un guión modélico.
Después de quedarme satisfecho con el comentario de una peli que, sin duda, adoro, le diré que la mejor obra de vampiros de los ´90 sigo creyendo que es la de Carpenter.
Un saludo cordial.

BORJA dijo...

Muy buena la defensa de srdani, sin tapujos ni remilgos. Borbre todo con la de gente que reniega de la cinta por sus prejuicios hacia los actores.
Pero creo que las novelas (ridículas hasta el ascazo) aportan algo que no tiene el film (y que no necesita, todo sea dicho): que todo lo que ocurre en Entrevista con el vampiro es mentira o, mejor, la visión atroz y sesgada de un hijo adolescente hacia su padre.

Pedro José Tena dijo...

Aunque nunca me entusiasmara esta película, entiendo y comparto gran parte de lo que expone srdani.

Y aplaudo lo de mencionar a Elliot Goldenthal, quien es verdad que está hoy bastante olvidado y que antes lo petaba.

En cuanto a las novelas de la Rice, como dirías tú, Borja, ni con un palo, ¿no? :)

BORJA dijo...

Las novelas de la Rice son como una partida del Vampiro:La Mascarada con el típico DJ que no te deja jugar y te aburre con sus ínfulas de artista de mierda.
Pero tengo que reconocer que de pequeño me impactaron, claro. El recuerdo que tengo es que incluso en aquel momento, con poca literatura a las espaldas, me parecieron flojas. Ahora no me lo quiero imaginar.
Y como digo, lo interesante estaba en el segundo libro, o mejor dicho en el paso del primero al segundo, con un Lestat que despierta en el presente y rememora su vida como vampiro. No era el monstruo que pinta Louis, más bien un viva la vida (la relación con su madre es de lo mejor de los libros) al que el siglo XX le parece un despiporre del copón, con todo ese rock y liberación sexual. Todo esto está perfilado en la película, ya que en el primer libro Lestat es una sombra terrorífica.
El tercer libro era directamente una pedrada en la frente y parece escrito en un mes.

Pedro José Tena dijo...

Entonces la película 'La reina de los condenados' es en realidad una mezcla entre ésta y la novela 'Lestat el vampiro', ¿no?

Sin haberlas leído, la película me pareció una chorradica muy simpática, pero quizá despertó en exceso mis simpatías por estar protagonizada por Aaliyah, a la que estimaba bastante como cantante.

Anónimo dijo...

hola, tengo una dudota. me entere por personas que harian un remake de la pelicula entrevista con el vampiro de ane rice, pero metiendo esenas que supuestamente venian en el libro (obviamente no todas porque seria una pelicula larga pero si algo apegada al libro de ane rice) sera cierto que rodaran un ejemplar asi???

Pedro José Tena dijo...

En 2009 circuló la noticia de que Universal Pictures quería hacer una nueva adaptación de la novela y que Anne Rice quería a Robert Downey Jr. en el papel de Lestat, pero desde entonces creo que no se ha sabido nada más.