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8 dic 2011

'Gattaca'

(Gattaca. Andrew Niccol. Estados Unidos. 1997. 106 minutos) Con In time en las carteleras, es un buen momento para rescatar o incluso descubrir la que fue la ópera prima de Andrew Niccol, Gattaca, una de las películas de ciencia-ficción más interesantes de los años noventa. Resulta curioso saber cuál fue la génesis del proyecto, ya que quizá su espíritu contestatario no surge sólo de las ideas de Niccol, sino también de su propia experiencia en Hollywood: con más de diez años a sus espaldas como director de spots publicitarios para la televisión inglesa, Niccol se mudó a Los Angeles con un guión propio bajo el brazo titulado El show de Truman. En éste, reflejaba parte de su experiencia trabajando en publicidad, reflexionando sobre cómo los medios de comunicación son capaces de guiar a las masas y controlarlas a su antojo. El problema fue que un guión presupuestado en 80 millones de dólares no iba a ser puesto en manos de un novato por la Paramount, así que finalmente el proyecto fue transferido a alguien más veterano como Peter Weir y tuvo a Jim Carrey como protagonista, estrenándose más de un año después de que Niccol ideara la historia. Ante una situación que le parecía injusta (pero comprensible), el futuro director escribió el guión de Gattaca como reacción al desplante anterior, planteando una historia de ciencia-ficción que no necesitaba de efectos especiales ni de grandes estrellas para funcionar y, por lo tanto, con un presupuesto moderado que no supusiera un quebradero de cabeza para los productores. En ella, Niccol describía un futuro cercano en el que los nacimientos son controlados genéticamente para que las personas puedan crecer sin anomalías físicas ni psicológicas, erradicando cualquier rasgo que pudiera ser potencialmente peligroso y creando así una nueva élite social que margina a los que consideran seres inferiores. Uno de estos es Vincent Freeman (Ethan Hawke), quien ha conseguido entrar a trabajar en una corporación llamada Gattaca con el sueño de poder viajar al espacio. El problema reside en que es un farsante: ha tomado la identidad de otra persona y no es genéticamente óptimo para ocupar dicho puesto. Un asesinato ocurrido en las instalaciones pondrá en peligro su tapadera, al ser considerado sospechoso. 

LO MEJOR: Su poso melancólico.
LO PEOR: Su ritmo tranquilo puede jugar malas pasadas.
Con Ethan Hawke y Uma Thurman en un punto ascendente de popularidad, así como con la presentación en una película estadounidense de Jude Law, parecía que Gattaca contaba con un buen reclamo para atraer la atención del público. Y, sin embargo, resultó un fracaso en la taquilla. Algo que no es de extrañar, ya que la cinta de Niccol no es precisamente un título destinado a contentar a las masas: tanto su fondo como sus formas carecen del sentido del espectáculo y de la diversión que seguramente esperaban los espectadores en ese momento. Gattaca, en cambio, posee desde sus primeros minutos un tono dramático y triste totalmente arrebatador, constituyéndose como un thriller existencialista que utiliza lugares comunes del cine negro en un contexto deshumanizado y que otorga mayor protagonismo a los sentimientos que a la acción, tornándose reflexivo donde otros que contaron algo parecido (el Hombre contra el Sistema) se volvían explosivos. Con los años, Gattaca ha acabado convirtiéndose en una película de culto, una obra de referencia aislada en su tiempo y, todavía, el mejor trabajo de su director, quien a raíz de un desencuentro con una gran multinacional fantaseó con la posibilidad de rebelarse contra ella y construyó un largometraje casi magistral, lleno de ira contenida, de afán de superación y de poesía audiovisual. Es una pena que el director no fuera capaz de mantener el interés durante todo el metraje, lastrado por algunas secuencias que no aportan demasiado y que tienen que ver con la investigación policial, lo menos atractivo de todo el conjunto aunque tenga su función en la trama. Pero algunos de sus diálogos, de sus escenas (el protagonista mirando cómo parten las naves en las que él quiere estar, el segundo duelo acuático con su hermano) y la música de Michael Nyman consiguen llevarnos a lugares de puro placer sensitivo. Y esa es la materia de la que está hecho el mejor cine.

2 comentarios:

srdani dijo...

Me gusta mucho esta peli. La primera mitad es magistral. Luego decae un poco al meter la trama policial, que es evidente que el director la introdujo para poder vender la historia como thriller, reduciendo un tanto la valoración global. Afortunadamente a este aspecto dedica tan sólo lo justo, imponiéndose las muchas virtudes muy por encima de sus pocos defectos.
Es muy sólida, aunque siempre he creído que en formato de mediometraje de cincuenta o sesenta minutos, esto es, suprimiendo los aspectos más superfluos, sería sin duda una obra maestra.
"Simone" y "El señor de la guerra" también me gustan, al contrario que a casi nadie.

Pedro José Tena dijo...

'El señor de la guerra' también me gustó, aunque no tanto como 'Gattaca'. 'In time' también está bien, aunque tiene un problema similar al de 'Gattaca' pero que va a peor, como ya explicaré en la crítica que publicaré dentro de unos días. 'Simone' es la que me falta por ver de Niccol y, aunque en su día no me atrajo demasiado, ahora siento curiosidad por verla.

Tiene razón en lo que dice sobre haber convertido a 'Gattaca' en un mediometraje, aunque tampoco haría falta reducirla tanto. Una película de unos ochenta minutos, aligerada de la mayor parte de la subtrama policial, habría sido redonda.