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28 may 2011

'Gran Torino'

(Gran Torino. Clint Eastwood. Estados Unidos / Alemania. 2008. 116 minutos) Sin ser un experto en el cine dirigido por Clint Eastwood, y reconociendo públicamente que no he visto todas sus películas porque no todas me interesan, detecto fácilmente algunas posturas críticas en torno a la figura del actor y director norteamericano que me parecen cuanto menos desafortunadas. Por un lado, tenemos a esos espectadores crédulos que creen a pies juntillas que Eastwood es un maestro todoterreno cuya filmografía como director sólo se compone de obras maestras. Daría igual si el bueno de Clint filmara el mayor cagarro de la historia, que ellos estarían ahí defendiéndole con una fe ciega e inalterable. Para entendernos, serían esos espectadores que no tienen por qué saber mucho de cine ni haber visto demasiados títulos, pero a los que se les llena la boca diciendo que "Clint Eastwood es un maestro" o "Es el último clásico vivo" o "Clint es Dios". Por eso no saben distinguir entre una maravilla como Los puentes de Madison (The bridges of Madison County. 1995) y una bazofia como Más allá de la vida (Hereafter. 2010). Por otro lado, están los que sí entienden de cine y se cabrean de mala manera cuando Eastwood decide hacer algún divertimento intrascendente como El principiante (The rookie. 1990) o esta Gran Torino que nos ocupa. Tan desproporcionada me parece una postura como otra y ambas sirven para caer en la ceguera. El problema en el caso de Gran Torino no es que no sea esa obra maestra que se anunciaba, ese testamento quejumbroso y solemne del Clint Eastwood actor que muchos esperaban, sino que dentro de su levedad y de su falta de pretensiones no termina de funcionar del todo como el drama tragicómico que pretende ser

LO MEJOR: Se mea en las expectativas de los fans del Clint
héroe de acción y del Clint de títulos mayores.
LO PEOR: No termina de encontrar el norte.
Esto viene de la indefinición de la película. Eastwood no acierta con el tono o, mejor dicho, no se decide por qué camino tomar, si el del drama crepuscular y agónico que se introduce en algunos momentos de la historia, si el de la película de acción en estado latente que nunca termina de explotar y que constriñe su intensidad, o el de historia generacional de traspaso de conocimiento entre un anciano y un adolescente que da cuerpo al argumento. Es sabido el problema que tiene el director con los guiones de algunas de sus películas: no los revisa, no los retoca, no los pule... y eso se nota. En Gran Torino hay secuencias enteras que podrían haber sido eliminadas de la película sin que ello afectara en lo más mínimo a la historia, o que resultan redundantes y sólo sirven para subrayar ideas que ya han quedado claras en escenas previas (por ejemplo, todo el tramo de Thao hablando con el capataz de la obra). Sin embargo, hay otros instantes en los que utiliza elipsis desconcertantes (ese momento en el que Thao está siendo agredido en un callejón por los pandilleros y, tras un cambio de plano que nos deja prácticamente en el mismo escenario, han pasado tres días desde aquello), dejando la sensación de que la historia no avanza con la fluidez que debería. Sin embargo, tener a Clint como actor suele ser una ventaja, ya que aporta tablas y carisma suficientes como para que sigamos con interés la película a pesar de estar contada de manera un tanto errática. Además, siendo muy consciente del corte de mangas que le hace tanto a los que esperaban una nueva aventura de Harry Callahan como a los que querían ver una Gran Película, se toma su trabajo (tanto delante como detrás de las cámaras) con una relajación y un sentido del humor dignos de mención. Al fin y al cabo, de lo que se trata aquí es de hacer su propia versión de Karate Kid (The Karate Kid. John G. Avildsen, 1984): tenemos a un adolescente pringado con problemas de bullying y que no se atreve a ligar con chicas, un viejo cascarrabias veterano de guerra que ya no espera nada de la vida después de enviudar e incluso, para rematar la comparación, tenemos un coche clásico que se utiliza como regalo y como herencia. Con la diferencia, y esto va a ser entendido como sacrilegio por muchos, de que tanto la versión de Avildsen como la más renovada de Harald Zwart contienen mucha más emoción, concreción y épica que Gran Torino. Y eso es así se pongan como se pongan. 

5 comentarios:

Periko dijo...

A mi Gran Torino me parece una pelicula correcta.
Si no fuera por la presencia de Clint Eastwood podria pasar por cualquier telefilm de fin de semana a las 4 de la tarde.
¿Quiere esto decir que la considero mala o indigna del señor Eastwood? Ni mucho menos. A pesar de esos pequeños fallos que comentas, Gran Torino no deberia decepcionar a nadie, ni tampoco deslumbrar.

Me dejo muy frio el final. Me hubiese gustado un desenlace mas a lo Sam Peckinpah.

Anónimo dijo...

Constreñir XD Pd: Te quiero.

Pedro José Tena dijo...

Periko, es que eso es justo lo que es: una película correcta y ya está. Lo que pasa es que como está dirigida por Clint Eastwood y encima es el protagonista y sale en plan viejuno encabronao, a mucha gente se le nubló la vista y pensó que estaba ante una obra maestra. Y no.

Anónimo cuyo nombre empieza por B y en realidad es anónima... yo también te quiero. :) Me alegra que hayas detectado el guiño, jeje.

BORJA dijo...

Hombre, yo no creo que mucha gente crea que es una obra maestra. No puede serlo cuando se trata de un auténtico telefilm. Como bien dices, tan solo la presencia de nuestro amigo hace de esta historia algo interesante. No es una película inteligente, pero se nota en su reposo y simplicidad que Eastwood es consciente de ciertas cosas, tales como la nombrada violencia latente.
A mi me hace gracia que la gente hable de la parsimonia y la raquítica estructura de la pelis de este señor, como si fuera un manual del buen hacer. Acierta cuando el guion se lo permite y lo acota. se estrella si nadie le pone freno (léase los encuentros familiares sacados de Muchachada Nui, o las reiteraciones de Epi y Blas).

Pedro José Tena dijo...

Sí que hay gente que lo piensa, Borja. Pero porque lo piensan por inercia, simplemente porque es de Clint Eastwood. Ya sabes, esa misma gente que piensa que una película es muy buena si tiene muchos Oscars y todo eso...

La verdad es que yo lo pasé bien viendo Gran Torino, a pesar de esos defectos. Me parece una película entretenida y ya está.