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18 may 2011

'Inferno'

(Inferno. Dario Argento. Italia. 1980. 106 minutos) Tres años después de la magistral Suspiria (1977) y veintisiete antes de la vapuleada La terza madre (2007), Dario Argento rodó el capítulo central de su trilogía inspirada en el Suspiria de Profundis (1845/1846) de Thomas de Quincey, libro en el que el autor hablaba sobre Las Tres Señoras del Dolor (Mater Lachrymarum, Mater Suspiriorum y Mater Tenebrarum) como encarnaciones del mal. Según la historia narrada por Inferno, un arquitecto llamado Varelli construyó una guarida para cada una de las Tres Madres: en Friburgo se escondía Mater Suspiriorum (como ya vimos previamente en Suspiria), en Roma se encontrará Mater Lachrymarum y en Nueva York, ciudad donde transcurre mayoritariamente la acción (aunque algunas secuencias también están situadas en Roma), tendríamos oculta a Mater Tenebrarum. La joven Rose (Irene Miracle) descubre un libro titulado Las Tres Madres y se obsesiona con la posibilidad de estar viviendo en el mismo lugar donde se resguarda una de las brujas. Ante una serie de extraños acontecimientos, Rose decide pedir ayuda a su hermano Mark (Leigh McCloskey), quien viaja desde Roma a Nueva York con la intención de apoyar a Rose en sus pesquisas. Pero, en lugar de dar con ella, se encuentra con una sucesión de fenómenos inexplicables, ausencias misteriosas y crímenes violentos.

LO MEJOR: La atmósfera y la fotografía.
LO PEOR: La música de Keith Emerson resulta inadecuada
en algunas ocasiones.
Resulta inútil detenerse más en el argumento de Inferno, porque viéndola salta a la vista que no era esto lo que más preocupaba a Dario Argento cuando escribió el guión. La historia apenas es una anécdota y el punto de vista salta constantemente de un personaje a otro, casi se podría decir que más por falta de interés de Argento hacia sus creaciones que por una decisión consciente de marear al espectador, hasta que bien entrado el metraje parece centrarse, por fin, en las desventuras de Mark dentro del lóbrego apartamento de Nueva York. Pero, como decía, no es eso lo que debe centrar nuestra atención en Inferno. Lo que verdaderamente resulta importante de la película, y aquello que la convierte en una experiencia sensorial tan bella como aterradora, es un fascinante acabado visual (a lo que ayudó Mario Bava poco antes de morir) que a ratos resulta tosco y a ratos ultra estilizado, capaz de sumergirnos en un estado de semi-hipnotismo gracias a una utilización brillante de la fotografía y a un montaje que nos obliga a mantenernos en suspense durante largas secuencias en las que importa más la atmósfera que la violencia, siendo desde este segundo punto de vista, el de la sangre y los crímenes, uno de los trabajos más comedidos del director italiano. Pese a esto último, Inferno no escamotea momentos de verdadero terror, algunos de los cuales resultan menos eficientes por culpa de una partitura de Keith Emerson que no siempre resulta adecuada, y que hace echar de menos a Claudio Simonetti y los Goblin. Es quizá lo más flojo de una película que no funciona de una manera tan perfecta como lo hacía Suspiria, donde la inmersión en la historia era más accesible para el público debido a que no cambiaba el punto de vista narrativo, pero que queda como muestra de los días en los que Dario Argento sabía cómo aterrorizarnos, cómo construir pesadillas arquitectónicas y cómo tocar las teclas precisas para mantener nuestra atención delante de una pantalla en la que no siempre está pasando algo, pero tras la que sentimos siempre la presencia del mal. 

2 comentarios:

Loveless dijo...

Hoy mismo, despues de jugar Parasite Eve II, vere esa pelicula.
Espero encontrar algo interesante.
Dices que hay un libro?
Sera como el que aparece en "The Beyond"???

Suerte y exitos siempre.
Dew!!!

Pedro José Tena dijo...

Sí, mira, Argento tomó la idea de las Tres Madres de una colección de relatos de Thomas de Quincey titulada "Suspiria de Profundis". Te paso este enlace por si quieres más información: http://blog.diarioinformacion.com/ellectorsinprisas/2009/06/24/suspiria-de-profundis/